Habla de superarse, independientemente de los resultados. Es que el primer objetivo de Manu Urcera, destacado piloto argentino, no es alzarse campeón.
“Después conseguirlo o no, involucra otras situaciones. Pero haber llegado a al final con chances, quiere decir que uno ha hecho las cosas bien durante el año”, analiza Urcera, que viene de correr la última carrera del año, del GT Italiano, en Mugello.
“Antes estuve en Ímola, la tercera fecha del campeonato y logré dos podios en las dos carreras, segundo en la primera y tercero en la segunda. Poder correr ahí por primera vez, en uno de los circuitos más emblemáticos del mundo en cuanto al automovilismo, donde falleció el piloto Ayrton Senna, en el 94, fue algo muy lindo”, subraya el piloto rionegrino y pareja de Nicole Neumann, que lo acompañó en las pistas europeas.
Con un entrenamiento más liviano que en tiempos de pretemporada, Urcera ejercita de lunes a viernes y algunos doble turno, dependiendo de los viajes. “Sumado a la carga de estar todo el tiempo arriba del auto, que es una carga grande para la cabeza”, explica quien no concibe los logros de manera individual.
“Siempre que se da un buen resultado depende en gran medida de uno, pero también de un grupo de gente de confianza que me acompaña: entrenadores, nutricionistas, colaboradores, mi manager, contador y cada equipo en los que estoy”, dijo.
Apasionado del deporte, se inició en motocross, disciplina que data de sus 4 años. “Corrí hasta los 19 de forma profesional. Le dediqué mucho. Quizás cuando era más chico esa pasión era más una diversión”, admite y cierra: “Si bien los premios son una caricia, no es algo que me desespera. Siento mucho placer por ganar, pero no me vuelve loco el momento del reconocimiento sino el hecho de lograr el objetivo que me puse. Con eso soy feliz y me alcanza”.
Fotos: Gonzalo Magris