viernes 19 de abril del 2024
CELEBRIDADES 22-07-2022 15:25

Moria Casán y Pato Galmarini en Europa: "Fue una honeymoon atípica y accidentada"

Luego de cumplir un año de relación la pareja celebró su amor en Madrid. En el Aeropuerto Moria se golpeó con una mesa de hierro que le produjo un profundo corte en su rodilla izquierda. Galería de fotosGalería de fotos

Le encantan los desafíos. Como buena leonina asegura que es digna representante del signo más dominante del zodíaco, creativa, abierta, ambiciosa, valiente y fuerte. Donde pisa deja grabada su huella y su paso no resulta inadvertido. Así es Moria Casán. Un huracán que el 26 de junio abordó un vuelo a Madrid dispuesta a ganarse los aplausos de una platea diferente en el Festival de
Teatro Internacional de España para, luego, disfrutar de unas “merecidas” vacaciones junto al hombre que confiesa, ya sin vergüenza, ama locamente.


Pero un accidente –“menos mal que fue en los últimos días”, aclara– casi termina empañando esos días de felicidad cuando en el aeropuerto se golpeó con una mesa ratona de hierro que le produjo un profundo corte debajo de su rodilla izquierda por lo que debió ser atendida de urgencia. Pero volviendo al comienzo, Fernando “Pato” Galmarini desembarcó con ella en la capital española y de allí se trasladaron hasta Mérida. Casi como en un “viaje de egresados”, la primera semana disfrutaron de la medieval ciudad junto al equipo encabezado por José María Muscari, Marita Ballesteros, Mario Alarcón, Alejandra Radano, Malena Solda, Mariano Torre, Mirta Wons, Vivian El Jabel, Fiabiana García Lago y Payuka.

Moria Casán y Pato Galmarini
Moria Casán y Pato Galmarini en Europa: "Fue una honeymoon atípica y accidentada"


“¡Me impresiona mi fama..!”, se le escucharía repetir a Moria por primera vez al encontrar las calles del histórico lugar con gigantografías con su rostro. “Julio César”, una icónica obra en la que las mujeres interpretan hombres y los hombres mujeres terminó con una ovación del público de pie en un anfiteatro al aire libre en el que las estrellas tuvieron su platea preferencial.

“¡Fue todo muy mágico! Recuerdo que el 22 de febrero ensayamos la obra por primera vez y a los tres días recibimos la invitación para participar de este Festival con nuestra versión queer, con los roles invertidos. Fue mágico, como lo es todo en mi vida. Un glorioso sueño más que cumplí. Algo que no se puede explicar con palabras. Me sentí nuevamente una gladiadora. Hacer teatro bajo las estrellas y en un edificio romano de más de dos mil años fue impresionante”, cuenta aún con el eco en sus oídos de los aplausos recibidos.

Moria Casán y Pato Galmarini
Moria Casán y Pato Galmarini en Europa: "Fue una honeymoon atípica y accidentada"

Pero lejos de quedarse paralizada con esa emoción, apenas una semana después de haber recibido los laureles y ser agasajada por las autoridades del lugar y de la Embajada Argentina, Moria Casán  se despidió de sus compañeros y arrancó sus “íntimas vacaciones de amor”. “Con Galma nos alquilamos un auto y como yo tengo mi licencia internacional para conducir nos fuimos a Portugal y él fue mi copiloto de lujo. Manejé durante casi ocho horas pero fue todo maravilloso. Muy divertido porque hacía años que no vivía algo así. Estuvimos en Lisboa, paseamos por el río Tajo, por el Océano y seguí manejando hasta Cascais, una playa divina en la que pude darme mi primer baño de mar, que es tan sanador... Ahí nos relajamos un poco porque estábamos aún con la adrenalina del viaje, el debut y los compromisos. Y luego nos volvimos para Madrid”, relata Moria una experiencia que se dispuso a vivir como una nueva y gran aventura pero esta vez, de a dos.

Moria Casán y Pato Galmarini
Moria Casán y Pato Galmarini en Europa: "Fue una honeymoon atípica y accidentada"

En la capital española se instalaron en el piso de un amigo y desde ese privilegiado balcón sobre la emblemática Gran Vía disfrutaron de los festejos de la Pride Parade –la celebración del Orgullo LGBT– en la que no sólo fue reconocida sino que también fue homenajeada y fotografiada por los que bailaban por la principal avenida madrileña. “¡Fue increíble porque participamos de todo desde el balcón y descubrí que soy un personaje muy icónico para ellos..! Ahí nos quedamos un par de días y luego nos fuimos a Ibiza y de allí, un barquito a Formentera… Lo más; un paraíso del jet set europeo. Nos alojamos en el “Five Florwers”, un hotel cinco estrellas inspirado en el Hippies Lifestyle sobre la playa de Es Pujols. ¡Y fue todo “nice”! Hay muchos argentinos que tienen negocios que me agasajaron todo el tiempo y me llenaron de regalos. Incluso, comimos en la parrilla de Fernando que nos hizo una bandejeada bien nuestra con tragos espectaculares y hasta me regalaron una pulsera de lava volcánica. Desayunábamos y nos quedábamos encerrados porque afuera hacía un calor insoportable que superaba los 40°. Recién íbamos al mar tipo seis de la tarde después de una reparadora siestita. También era mágico caminar por un puentecito sobre el mar en plena noche. Y nos dormíamos tipo 2 ó 2 y media de la mañana. ¡Todo una bomba! Increíble honeymoon!”, asegura la leonina con sus energías renovadas.

Moria Casán y Pato Galmarini
Moria Casán y Pato Galmarini en Europa

Y la convivencia “24x24”, como ella cuenta, con ese amor que la sorprendió hace más de un año y que CARAS descubrió en exclusiva el 13 de junio de 2021, hoy se muestra afianzado. “Con Galma nos encontramos por una energía superior a nosotros. Siento que me ama mucho y me lo demuestra. ¡Es lo más..! La prueba de convivencia ya la tuvimos en Buenos Aires y, a pesar de que somos muy diferentes, nos llevamos divinamente. El es muy ansioso y, yo lo cargo y me río, porque le digo que me tiene como si fuera su secretaria. Me pregunta a cada rato algo… Entonces ahora le mando todo por Whatsapp para evitar discusiones… (risas) Le pongo dónde está cada cosa, a qué hora y qué comemos, a qué hora salimos y qué hacemos. Fuera de broma es un compañero de vida divino. ¡El mejor que me pudo tocar!”, cuenta Moria y su hablar acelerado se pausa interrumpido quizás por la emoción de
estar experimentando nuevas sensaciones en su vida.

Moria Casán y Pato Galmarini
Moria Casán y Pato Galmarini en Europa: "Fue una honeymoon atípica y accidentada"


“Todo fluyó naturalmente. Nosotros ya estamos acostumbrados a la convivencia pero estuvimos solitos por primera vez y dormimos todas las noches abrazados o, lo que a mí más me gusta, tomados de la mano. ¡Y por primera vez me relajé a dormir en cucharita! ¡Ni yo lo puedo creer! Por eso siento que este viaje nos sirvió para redescubrirnos. Para mirarnos en silencio, mimarnos, compartir lecturas y relajarnos a ser nosotros mismos. Sin ningún caretaje… También el sexo es diferente a esta edad; es muy apasionado y hasta romántico”, advierte casi como parte de una íntima reflexión.

Una charla en la que también se repite el tan difícil tema de la convivencia. “No la tomamos como una prueba de amor a esta convivencia por lo que dije antes. Pero, quizás sí, como una etapa de aprendizaje. Porque yo entendí que si me agarra uno de mis berrinches o de autoboicoteo, no da para una pelea. Somos distintos y tenemos reacciones diferentes frente a un mismo hecho. El es muy conservador y yo nada más lejano. Pero aprendimos a divertirnos incluso en esas situaciones. Así la relación fluyó. Y debo reconocer también que él se acomodó mucho a mi mundo que, soy consciente, no es normal. ¡Nunca nos separamos! ¡Y hoy, por primera vez, me dejo llevar de la mano por la calle y por la vida con Galma!”, confiesa una mujer feliz.

Moria Casán y Pato Galmarini
Moria Casán y Pato Galmarini en Europa: "Fue una honeymoon atípica y accidentada"

La misma que ya no siente temor de pronunciar la palabra “matrimonio” y “casamiento”, ceremonias a las que antes le huía atemorizada. “Nosotros ya estamos casados. Casados entre nosotros, ante Dios en una iglesia como le gusta a Galma, y ante nuestras familias y amigos íntimos. También este viaje es nuestro casamiento inesperado, porque fluyó todo, casi nada fue planificado. Hoy no necesitamos papeles para la relación que tenemos. ¡Es una señal casi divina que volví a Europa después de 45 años, en verano, y con un hombre..! Al principio Galma a veces me decía que quería algo más serio entre nosotros. Pero ahora creo que entendió que nuestro amor no precisa de un papel. Es real. Palpable. Sí, por ahí, me reclama aunque sea una fiesta de casamiento. Y eso no me disgusta pero me agota pensar en organizarla. Nuestra unión es diferente a todo. Tuvimos un casamiento simbólico”, repite Moria cuando la palabra “boda” se interpone en su relación de pareja. Y por primera vez habla abiertamente del amor que desde hace más de un año se fue afianzando y fortaleciendo.

Moria Casán y Pato Galmarini
Moria Casán y Pato Galmarini en Europa: "Fue una honeymoon atípica y accidentada"

“Para este sentimiento que me une a Galma el futuro es presente. Y la convivencia no es un plan para más adelante. Ya la probamos y desde que estamos juntos ya no nos separamos más. En Buenos Aires estoy con él de lunes a jueves, que es cuando tengo función con Brujas y con Julio César. Y ahora que volvemos, él se muda y, a lo mejor, me voy a vivir con él a una nueva casa. Pero quiero que todo se de naturalmente, como vino hasta ahora. No quiero planificar nada. En junio cumplimos un año juntos. Somos adultos contemporáneos que nos estamos redescubriendo sin arrastrar cosas del pasado. Vivimos el ahora. Porque yo soy muy del “¡Now!”. Soy una gozadora serial y no me quiero perder de vivir esta relación a full pero sin condiciones. Por eso no pienso en el futuro. Aunque es muy difícil que nos separemos porque tenemos una unión muy fuerte pero no simbiótica. Yo vivo el presentismo absoluto. Y hoy disfruto hacer cosas por este amor que jamás hice en mi vida… Lavé platos, cociné –o mejor dicho metí en el microondas platos congelados– también barrí aunque lo que jamás hice fue tender una cama. Galma es un obsesivo de la limpieza y yo no tuve ningún problema en realizar esas tareas hogareñas que nunca había hecho. Esa sí fue mi prueba de amor”, exclama con una de sus acostumbradas carcajadas.

Moria Casán y Pato Galmarini
Moria Casán y Pato Galmarini en Europa: "Fue una honeymoon atípica y accidentada"

Disfrutando de una faceta casi  desconocida para su vida, hoy experimenta todo de a dos, como una pareja que se acopló y, más allá de sus diferencias, se redescubrió dispuesta a seguir apostando por más. “Hoy pienso que no le podría pedir más cosas a la vida. Si me piden un deseo creo que tengo tanto que quiero disfrutarlo. Mi familia está perfecta, el trabajo increíble y tengo al lado un hombre maravilloso… Sólo podría pedir más salud para seguir viviendo ésto. El deseo es el disfrute… Aunque a veces pienso que me gustaría ser inmortal pero sin perder la esencia del disfrute (risas). Y Galma me dice que le gustaría tener menos años para precisamente eso, disfrutarlos juntos. La nueva era que empecé a vivir el año pasado, a pesar de esta pandemia de porquería, trajo todo nuevo para mí y se convirtió en la mejor etapa de mi vida. En un combo perfecto. Me impuse cosas y las logré. Por eso con total seguridad puedo afirmar que estoy en el mejor momento de mi vida”, revela convencida de sus logros. Y fue precisamente la adrenalina de los últimos días de vacaciones la que terminó jugándole en contra el viernes 15 de julio cuando regresó al aeropuerto
de Madrid desde Ibiza.

Moria Casán y Pato Galmarini
Moria Casán y Pato Galmarini en Europa: "Fue una honeymoon atípica y accidentada"


“Siempre me pasa lo mismo. Cuando la estoy pasando bien, gozando todo, es como que me autoboicoteo. Los días finales de mis vacaciones me ataca una vulnerabilidad total. Es como que me baja la adrenalina, como un inside, una retrospección… Y cuando llegué de regreso al aeropuerto de Madrid me llevé por delante una mesita baja de esas que no sé para qué ponen los españoles junto a los sillones. No la ví y al girar me clavé la punta que era de hierro y me abrió debajo de la rodilla izquierda produciéndome un profundo corte. Rápidamente me atendieron y ya en el departamento un enfermero me hizo una toilette y me puso una venda cicatrizante que no pude mover por 72 horas. Menos mal que ya tenía la antitetánica y a pesar del fuerte dolor y de lo que sangró, me relajé,  descansé y todo fue aflojando de a poco. También ya tenía la ayuda de mi inseparable Galo –Soto–que me curó y limpió toda la pierna. Fue un gran susto para todos pero cuando se me calmó un poco el dolor sentí que debía desdramatizar el accidente como siempre hago con las cosas que me suceden. Algo así no podía arruinarme la felicidad que tenía. ¡Vivimos una Honeymoon atípica y accidentada…”, concluye una Moria Casán, la “señora” de Fernando Galmarini, con las energías renovadas.


 

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