El sábado 18 de diciembre Moria Casán abandonó su tranquilo refugio de Parque Leloir para instalarse en la casona que su “novio” tiene en la zona de San Isidro. Por primera vez en su vida debía cumplir con una función, quizás muy normal para el resto de las mujeres pero para ella diferente. Lejos del teatro y de la televisión que noche a noche la tiene animando la late night de elnueve con su “Moria es Moria”, y lejos de la diva diva, se encargó de organizar y supervisar cada uno de los detalles de la gran fiesta familiar de cumpleaños de su “novio”, Fernando “Pato” Galmarini.
El político celebraba sus 79 el lunes 20 pero ella armó la fiesta para la noche del domingo y así poder cantarle el “Happy Birthday” apenas el reloj marcara la 0 hora. “Esta nueva vida que tengo al lado de este hombre es maravillosa. ¡Estoy haciendo cosas que en mi vida imaginé podía hacer! En esta fiesta muy familiar fui anfitriona y ama de casa… ¡Increíble! Pero Pato tiene una familia maravillosa, con la que no parás de reir jamás. Sólo hay que imaginar cinco hijos con sus parejas y once nietos. ¡Quienes me llamaban a los gritos MamiMo y AbuMo! ¡Too much!”, cuenta sin salir de su propio asombro por los felices y diferentes momentos que está viviendo.
El gran parque del hogar se transformó en el lugar principal del festejo. Para esa especial noche Moria eligió un vestido blanco –“¡Cuál novia!” bromearon todos– de Francisco Ayala, presidente de la Càmara Argentina de la Moda, realizado en hilos naturales. “¡Sí, era muy de novia el vestido y muy sexy por eso lo llevé con una mini debajo! Pero nosotros ya estamos casados, si casi no nos separamos desde que estamos juntos. Yo me río mucho cuando escucho que ya nos casamos y qué se yo cuántas cosas más… Por eso dije que nos íbamos a casar en la cancha de Boca pero como está en arreglo nuestro casamiento quedó interruptus pero no nuestro compromiso. Con Galma somos como Dalì y Gala, un amor sin reglas ni límites”, asegura la diva con la verborragia que la hace ser tan convincente. Alrededor de treinta personas se fueron sumando al festejo de los 79 de Galmarini. “A mí me encanta celebrar con mi familia, con mis amores y fue un cumpleaños re lindo. No paramos de reírnos en toda la noche. Moria es una reina que llegó a mi vida como un tsunami para cambiarla. Aunque, en realidad, somos parecidos, con caminos paralelos. A tal punto que después de 30 años nos volvimos a encontrar… Ella me hace muy bien. Yo no puedo creer que hace tantos años la iba a ver al teatro sin tener dimensión de la gran mujer que es. Me divierte y, de verdad, me hace muy bien; mejoró mi vida”, asegura el “Pato”.
Quien también le cambió las rutinas a la mujer que no paraba de trabajar. “Yo hacía mucho que no dormía con alguien toda la noche y tranquila. Había aprendido a estar acompañada por mi soledad… Pero Galma me cambió todo y yo me permití vivir este sentimiento que me sorprendió a esta altura de la vida. Con él hago cosas que jamás hice”, cuenta Moria que hasta el mismo domingo al mediodía acompañó a su pareja a realizar las compras de último momento a un hiper supermercado de la zona norte en la que se armó un verdadero revuelo ante su presencia. Obviamente, en el ìntimo festejo estuvieron Malena Galmarini con Sergio Massa y sus hijos Milagros y Tomás, también Martín, Sebastiàn, Bernardita y Socorro con sus respectivas parejas e hijos.
“Fue muy emocionante cuando todos me cantaron el Cumpleaños Feliz pero los desgraciados no me dijeron por muchos años más… Me cargaban con los años que cumplía y de novio. ¡La verdad es que los 79 me encuentran genial. En uno de mis mejores momentos, no sólo en el amor y la familia sino en lo físico. Yo fui toda mi vida deportista. Me encuentro con mis amigos a jugar al fútbol y al tenis todas las semanas y eso ayuda a tener un muy buen estado físico. Por eso me quiero casar con ella en la cancha de Boca”, asegura el homenajeado. Moria Casán sonríe y no puede ocultar la gran felicidad que hoy transita. “Estamos muy en estado luna de miel permanente. Súper mieleros. Por primera vez puedo decir que me siento apasionada, enamorada, en plenitud junto a un gran hombre y con una gran familia amalgamada”, concluye la diva con su mejor sonrisa y un costado diferente de su personalidad que hasta ahora no había mostrado.