viernes 04 de julio del 2025
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Rufina, la hija de la China Suárez y Nicolás Cabré, cómplice de Rocío Pardo, la novia de su padre

Juntas comparten momentos de cercanía y gestos que reflejan una relación construida desde el cariño.

Rocío Pardo, Nicolás y Rufina Cabré
Rocío Pardo, Nicolás y Rufina Cabré | Instagram

En medio de los recientes cambios familiares que atraviesan Rufina Cabré, con la decisión de la China Suárez y Mauro Icardi de instalarse en Turquía, hubo una figura clave que se mantuvo como constante en su vida: Rocío Pardo, la novia de Nicolás Cabré. Lejos de ser una figura secundaria, Rocío se convirtió en una presencia estable, cómplice y cercana para la hija del actor, con quien comparte momentos de complicidad, cariño y una rutina familiar que trasciende los lazos biológicos.

La noticia de que Rufina viajará con su madre y su pareja a Estambul no tardó en generar revuelo. Sin embargo, fue el detalle de que regresará cada mes para reencontrarse con su papá lo que trajo algo de calma al entorno cercano. Y en esa dinámica, el rol de Rocío será fundamental: no solo como compañera de vida de Nicolás, sino como una figura clave en el equilibrio emocional de Rufina.

Nicolás, Rocío y Rufina en su viaje a Japón
Nicolás, Rocío y Rufina en su viaje a Japón

Rufina, la hija de la China Suárez y Nicolás Cabré, cómplice de Rocío Pardo, la novia de su padre

La relación entre Rufina Cabré, China Suárez, Nicolás Cabré y Rocío Pardo siempre se mantuvo en un perfil bajo, pero sólido. Desde que Rocío comenzó su historia de amor con el actor, supo ganarse el corazón de la pequeña, que en pocas semanas cumple 12 años. Fue la propia coreógrafa quien lo dejó en evidencia en sus redes sociales al compartir un tierno detrás de escena de una producción de fotos, donde se ve a Rufina ayudándola con absoluta naturalidad y confianza, con una sonrisa que habla por sí sola.

Rocío subió a sus historias de Instagram que Rufina le planchó el pelo y colaboró en el post. “Hoy hicimos la produ de mi cápsula”, escribió Rocío, revelando una intimidad familiar espontánea y amorosa. La escena no solo retrata una cotidianeidad compartida, sino que confirma la complicidad y el cariño genuino entre ambas. Un vínculo que se fue construyendo con tiempo, respeto y presencia, y que hoy cobra aún más valor ante la distancia geográfica que se avecina.

La decisión de la China Suárez de mudarse con Mauro Icardi a Turquía fue acompañada de una condición que impuso Nicolás Cabré: que su hija regrese una vez al mes a la Argentina para mantener el contacto directo con él. Dentro de ese esquema, Rocío Pardo aparece como un apoyo clave. No solo por su rol como pareja del actor, sino por el lugar que ocupa en la vida de Rufina, quien la reconoce como una figura cercana, de referencia y contención.

Rocío, por su parte, mostró siempre un profundo respeto por la maternidad de la China y se mantuvo al margen de cualquier tipo de conflicto mediático. Su foco, claramente, estuvo en cultivar el vínculo con la hija de su pareja, desde un lugar discreto pero constante. Y esa constancia es la que hoy se vuelve fundamental en esta nueva etapa que la familia ensamblada transita.

A medida que Rufina comience a vivir una experiencia internacional junto a la China Suárez, el sostén emocional de Nicolás Cabré en cada regreso mensual será vital. Y allí, la figura de Rocío Pardo parece más firme que nunca: presente, amorosa y totalmente integrada a la vida de una niña que, más allá de los cambios, sigue encontrando en ella una compañía sincera.

MVB