El pasado 19 de diciembre, la vida de la familia cambió por completo con la llegada del pequeño Lautaro. Sus padres, el ex nadador cordobés José Meolans (41) y su mujer, Valeria Lebeau (40), lo esperaban ansiosos junto a las pequeñas Martina (9) y Felicitas (1), las hermanas del nuevo integrante de la familia.
El clan Meolans recibió a CARAS en el coqueto chalet familiar ubicado al pie de las Sierras Chicas de Córdoba, el lugar que se convirtió en su hogar, su refugio. “Este bebé nos llena el corazón. Nos había costado tener a Felicitas y Lautaro fue un regalo del cielo, algo que no esperábamos. Estamos adaptándonos un poco. Fueron muchos años de tener una sola hija y de pronto, en poco tiempo, somos padres de tres, con dos nacimientos en menos de dos años”, contó exultante el papá.
“Estamos atravesando una etapa de acostumbramiento que llevamos muy bien. Tratamos de disfrutar cada momento de este presente en donde parece estar todo alborotado, dado vuelta, pero todo en un marco de mucho cariño. Estamos acomodando los tiempos porque las cosas cambiaron. La rutina no existe más, hay más cosas que organizar y tratamos de vivir cada una de esas cosas con mucho amor”, agregó el laureado deportista, uno de los más exitosos que salieron desde la provincia mediterránea.
—¿Soñaban con tener una familia numerosa?
—La familia de Valeria es numerosa, en cambio yo tengo sólo un hermano y siempre queríamos una familia grande con chicos corriendo por la casa. Después de la segunda nena, sentíamos que quedaba pendiente el varoncito y cuando los doctores nos dijeron que se venía el nene, realmente fue un momento que todos vivimos con mucha felicidad. A pesar de que los chicos son muy pequeños aún, ya nos permitimos pensar para adelante, imaginar a futuro las reuniones familiares que vamos a hacer en casa y se nos llenan los ojos de amor. Nos gusta cuando vienen las amigas de Martina a casa, nos gusta recibir gente, ver correr a los chicos en el patio y seguramente de cara al futuro llegarán los amigos de Felicitas y en su momento también los de Lautaro.
—¿Cómo vive la pareja esta nueva etapa?
—El nacimiento fortaleció la pareja. Llevamos once años juntos, nueve de casados y creo que estamos en un gran momento. Si bien nuestra casa está con algunas cosas tiradas por el piso y un poco caótica (risas), logramos adaptarnos también a eso, con mucha paciencia y afecto. La idea es que los hermanos más grandes puedan disfrutar también ellos de esta etapa que estamos viviendo, la cual es nueva para todos pero queremos vivirla plenamente.
—¿Qué proyectos profesionales tiene para 2020?
—Hace varios años que realizamos clínicas o campus de natación organizados por Medifé. El pasado 2 de febrero estuve en Mar del Plata dando una clase de natación y la idea es repetirla en otros puntos del país. Además, con Vale tenemos un emprendimiento de mallas, al que le tomamos mucho cariño y en el que logramos complementarnos respecto a las actividades que realiza cada uno. Nos repartimos un poco entre esas tareas y la familia, que en este momento es lo más importante.