Leopoldo Luque rompió el silencio y habló de Diego Maradona a cuatro días de su muerte. El neurocirujano fue imputado por homicidio culposo y, con total indignación y angustia, dio a conocer su versión de los hechos.
Este domingo, el doctor contó que el verdadero problema del entrenador argentino fallecido, era el consumo y se mostró muy dispuesto a colaborar con la justicia.
"Cuando Diego fallece, yo llegué al lugar y estaba la fiscalía trabajando. Yo en todo momento estuve a disposición de ellos. Sé lo que hice, sé cómo lo hice y de lo que yo puedo hablar", comenzó el profesional de la salud.
Luego, el médico continuó: "Lo que hice por Diego hasta último momento, tengo todo para demostrar y estoy seguro que hice lo mejor. Yo estoy muy mal porque se murió mi amigo. Una persona que yo acompañé hasta el último segundo".
"Estuve en el entierro, en el velorio porque sé que él lo hubiera querido así. Que se diga que yo no estuve con él, no lo puedo creer. Yo soy neurocirujano, Diego odiaba a los médicos, conmigo era diferente porque yo era genuino", agregó.
A corazón abierto, Luque manifestó: "Yo no buscaba nada en él, ni siquiera una foto. Diego necesitaba ayuda, no había forma de entrarle. Diego tenía autonomía, entonces decidía. Diego no es insano, es una persona que todo el tiempo puede decidir".
"Eso se evalúa, yo no puedo decir: él no puede decidir. Para decir eso hay que tener un médico y él fue evaluado. Diego era difícil, me echó un montón de veces de su casa, me echaba y después me llamaba. Esa es la relación", dijo.
El doctor dejó en claro cuál era su relación con el futbolista: "La de un padre rebelde con un hijo, yo le hacía sugerencias y él aceptaba o no. Yo soy neurocirujano, hay que entender eso. Lo acompañaba hasta al dentista porque si yo no estaba al lado, Diego no se sacaba ni una muela".
"Así funcionaba eso. Estoy seguro que al que más le duele esto es a Diego, porque él me quiso siempre a mi. Diego era un paciente de alta, todo lo que se logró, de poner una enfermera, era demás y necesitábamos su consentimiento", remató.
Totalmente desalentado, el cirujano declaró: "Yo no puedo obligar a un paciente e internarlo en un manicomio si no tengo criterio psiquiátrico. Cuando Diego se pone mal echa a todo el mundo, y ¿qué se hace con eso?. Tiene voluntad".
"Yo entré a la casa, y no quería recibir a nadie. Yo era el único que podía entrar a la habitación de él como profesional. Entré: Diego qué pasa, te levantás", le dijo él y contó que el Diez le respondió: "Luque dejame tranquilo, estoy bien".
"Yo hice todo de más, no es que yo hice de menos. Le decía que se levante, que reciba a las hijas, no quería recibir a las hijas. Había toda una contención, no era sólo el Dr. Luque", observó el entrevistado.
Además, el imputado expuso: "Yo nunca lo dejé solo a Diego. Porque todos se iban, es muy fácil hablar de la vereda de enfrente. Yo lo podría haber hecho y mi familia no hubiera tenido este quilombo por eso. Pero yo lo banqué".
"Porque lo quería, porque lo amaba, porque sabía que era el único que tenía una chance. Entonces yo le digo: Diego para que yo me vaya primero te tenés que levantar de la cama. Se levanta", sumó.
En su relato, el hombre de confianza del emblema de la pelota anexó: "Yo me quedo comiendo unas galletitas detrás de la puerta de Diego. Él sale y me dice: Pero Luque vos sos pel... te dije que te vayas. Y me corre. Esa fue la reacción de Diego el jueves".
"Al otro día yo voy a sacarle los puntos a Diego. Después lo veía que estaba pinchado, yo soy neurocirujano, hay un equipo de salud mental detrás de esto. No es que yo ordeno sobre ellos. No se si se entiende", contó.
Devastado, Luque confesó: "Lo dijeron en una reunión todos: a Luque lo necesitábamos porque era el único modo de poder llegar a Diego. No es que ´Luque es el único responsable de todo lo que le pasa a Diego´, que es muy diferente eso".
"Entonces, yo voy el viernes y vuelvo el domingo. Incluso dijeron que yo fui el que lo externó, y yo fui el que lo llevó a Diego a la clínica. Casi me tengo que agarrar a piñas con Diego para internarlo. Él tenía que convencerse de mejorar", detalló.
Así, el médico indagó: "¿Cómo lo convencés a un señor así?. El riesgo de Diego era el consumo, no era el ataque cardíaco. Todos estábamos reunidos para ver qué era lo mejor para él, familiares, Swiss Medical, yo, todos".
"Función de Luque: poder hacerle entender algo a Diego. Poder lograr lo más difícil de todo, que era la voluntad de Diego. Porque nada se podía hacer sin su voluntad. Eso hay que entenderlo", narró.
"Lo que dijimos es no se lo puede llevar a un neuropsiquiátrico porque no hay criterio clínico médico. Entonces un centro de rehabilitación: requiere la voluntad de Diego. Que era imposible. Entonces dijimos ¿qué podemos hacer?. Vamos a tratar de llevarle esto, lo otro. Se hicieron papeles, yo firmé, firmaron un montón de personas. Se intentó hacer de todo", fueron sus palabras.
"¿Quién decide que se vaya de la clínica?", le consultaron los periodistas y respondió: "Acá no hay decisiones, acá hay criterios médicos, vos operás un paciente y a las 24, 48, 72 horas, depende el paciente, está en criterio de alta. Acá no hubo un error médico de parte de nadie".
"Un ataque cardíaco en un paciente con las características de él es lo más común del mundo. Lamentablemente es un hecho que podía pasar. Se hacía todo lo posible para disminuir la chance de que un evento así ocurriera. La clínica actuó perfecto", exteriorizó.
Y reveló que desde el centro de salud le dijeron: "Esto no es un centro de rehabilitación, es un centro de patología aguda. Yo aproveché para hacer algo que no dependía en ese momento de la voluntad de Diego. O yo le podía mentir que era conveniente quedarse. Yo extendí todo lo que pude la internación".
"Y lo que todos juntos logramos después es tratar de persuadir a Diego para que se mejore. Yo lo que hacía era facilitarle a Diego la posibilidad de acceder a un médico, porque él no quería", dijo en la televisión.
"Yo estaba operando y recibo un llamado diciéndome que Diego estaba mal, que no reacciona. Entonces yo llamo y pido la ambulancia y digo que había una persona que estaba en paro", exteriorizó.
Leopoldo dio detalles de su reacción: "Entonces después me quedo pensando que podía ser cierto, me cambio, llamo al jefe de ambulancias de Swiss Medical y le digo: mandá un helicóptero a la casa de Diego que parece que hay algo serio".
"El supuesto entorno eran todas personas que tenían que hacer malabares con un tipo... ¿no sabían quién era Maradona o yo solo sé?. Pienso todo muchas veces, me gustaría que esté acá. Él quería una vida que era mala, yo intentaba acompañarlo en todo, lo quería traer a mi casa", informó.
Deshecho, el facultativo dijo: "Era la vida de él. Lo que me siento raro es que le cambiamos la vida a lo último, y él se fue. Es muy injusto esto. Mi mujer lo vio, mis amigos lo vieron. Todos vieron lo que yo hice por él y lo volvería a hacer. Yo no me reprocho nada. Estoy orgulloso de todo lo que hice por Diego".
"No se qué están buscando un culpable cuando yo no lo veo en ningún lado. Siento que Diego aguantó hasta ahora por mi. Estaba muy triste, yo ya lo veía hace rato así, él se estaba castigando de un modo que yo no lo iba a permitir. Pero yo no lo iba a permitir como amigo", refirió el experto.
Indignado, el capacitado manifestó: "En las buenas estaban todos con Diego pero en las malas estaba yo. Diego es una persona muy solitaria, yo no lo quería molestar, porque yo le decía las cosas que a él no le gustaban".
"Estaba solo. Diego quería estar solo. Yo no tengo dudas que la familia lo amaba", finalizó el Leopoldo en diálogo con Todo Noticias este domingo, tras ser allanado su domicilio por el fallecimiento de Maradona.