Lourdes Sánchez atravesó un duro momento cuando el sábado debió ser intervenida de urgencia por una fuerte infección. A la bailarina le sacaron las trompas de Falopio y el apéndice y su vida corrió peligro de no ser por esa cirugía.
"Fue un milagro que no muera. Fue anoche de urgencia. Estoy muy dolorida pero muy feliz de estar viva. Fue un milagro'.", expresó ella después de este mal trago.
Lo cierto es que, tras esta repentina intervención, la bailarina debió aclarar algunas versiones en la que aseguraban que había sido víctima de mala praxis. "Quería aclarar, porque escuché por ahí que no hubo mala praxis con respecto a mi salud, me atendieron muy bien como siempre en la clínica Los Arcos y quiero agradecer a todos los médicos, enfermeros y personal de la clínica Zabala que me están tendiendo de diez", expresó la mujer de Chato Prada mediante Twitter.
Queria aclarar, porque escuche por ahi que no hubo mala praxis con respecto a mi salud, me atendieron muy bien como siempre en la clínica Los Arcos y quiero agradecer a todos los médicos, enfermeros y personal de la clínica Zabala que me están tendiendo de diez🙏🏼
— Lourdes (@lourdesanchezok) October 21, 2019
El malestar de Lourdes comenzó después de sus vacaciones en Nueva York cuando se dirigió a un centro médico por un fuerte dolor abdominal. Allí, le diagnosticaron un quiste que, según los profesionales, debería reabsorberse solo. Sin embargo, su situación agravó el viernes pasado cuando los dolores volvieron. En ese momento, reiteraron los estudios y le descubrieron la grave infección que la puso al borde de la muerte. La operación duró aproximadamente tres horas.