Antes de que se estrene la bioptic de Diego Armando Maradona, Rocío Oliva, la última gran pareja del mejor jugador de todos los tiempos le brindó una revista exclusiva a CARAS, (la cual ocupó su portada) y no sólo aseguró que no necesita ver la serie para saber quien es Diego Armando, sino que además en una charla exclusiva reveló muchos detalles de su vida con "el Diez" y además contó que a ambos lo unió un deseo que finalmente no se concretó.
"Diego fue siempre Maradona, y seguramente debe ser algo muy difícil. Yo no quisiera ser Maradona. Pero en el momento en que Diego fue mi novio, que recién nos conocíamos, para mí era otro Diego. Era más joven, con más vitalidad, le gustaba hacer cosas, jugaba al fútbol conmigo, al tenis, o nos tomábamos un avión y viajábamos a algún lado. Venía a casa y comíamos con mamá... Yo me enamoré de ese Diego. Después se fue diluyendo eso y me desenamoré. Me costó mucho cortar la relación, porque uno queda marcado por el pasado. No ver más a una persona que yo quiero mucho es como revivir lo que me pasó con mi padre. Siento que me están abandonando o estoy abandonando yo... Eran pensamientos que se me cruzaban. Yo tampoco me permito abandonar. No dejan de ser pérdidas”, agrega.
—¿Pensaron en tener un hijo?
—Sí, lo hablamos. Fue al comienzo, cuando me enamoré de ese Diego que yo veía como a alguien perfecto. Pero después se me fue cayendo el castillo de cartas, poco a poco, día a día. Y en esos momentos que yo me venía a Buenos Aires porque extrañaba a mi familia, lo charlaba con mis amigas. Yo hice mucho para que él conozca a su hijo Diego Junior, y también para que conozca a su hija Jana, pensando que él podía hacer mejor las cosas. Pero la realidad es que a él le cuesta, porque Diego es diferente. No sé cómo decirlo. Después veía todo lo que pasaba con sus hijos y se me iban las ganas de buscar un embarazo.