Sin vacuna, no se puede ingresar a Australia, salvo que seas Novak Djokovic y logres un permiso especial para viajar el país, aunque no estes vacunado. La jugada, que muchos criticaron, no le salió tan bien al número uno del tenis mundial que quedó alojado en el Park Hotel de Melbourne, a la espera de conocer si la Justicia le permitirá o no jugar en el Australian Open.
El hotel es hoy el lugar destinado de cientos de refugiados que intentan llegar de forma ilegal desde Papua Nueva Guinea, Manus o Nauru. Las condiciones de vida en el interior del hotel son tan malas que los australianos protestan pidiendo un trato digno para los refugiados que llegan al país en busca de un futuro mejor.
En octubre del año pasado, 22 de las 46 personas que allí viven se contagiaron de COVID y describieron al lugar como una “incubadora” de enfermedades. Por eso, se ganó el nombre de “el hotel del terror”.
El hotel tiene poco espacio al aire libre y quienes allí viven comparte muchas áreas comunes, como la cocina y un ascensor.
En este abarrotado lugar, Novak Djokovic espera la definición de las autoridades sobre su situación. El tenista llegó al país con un permiso especial para jugar el Australian Open sin haberse vacunado, requisito mínimo para poder jugar. Al llegar, fue retenido por el Gobierno que no lo llegó entrar, por lo que el deportista apeló y quedó en el Park Hotel de Melbourne a la espera de una respuesta que debería llegar antes del 17, día en que inicia la competencia.