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El mundo llora el fallecimiento de la icónica Rafaella Carrá, sucedido el pasado 5 de julio y tras luchar contra una larga enfermedad. La cantante que tenía 78 años, antes de su muerte, realizó una importante donación que se hizo pública recientemente.
La intérprete de "Fiesta", "En el amor todo es empezar" y tantos otros hits que se siguen entonando como himnos a pesar del paso del tiempo, donó un inmueble situado en La Toscana, lugar que ella usaba como gimnasio y que ahora queda en manos de una asociación de voluntariado.
El espacio de cerca de 200 metros cuadrados, y 5 metros de altura, está ubicado en la Vía Panorámica y ahora pertenece a la Confraternidad de Misericordia de Porto Santo Stefano, y es ahí donde ahora descansan sus restos.
Fue ella misma quien manifestó su voluntad de que este lugar de deportes se destine a las obras de beneficencia que lleva adelante esta organización, se ocupa de la atención de discapacitados, asistencia social y también médica.
El responsable de la Asociación, Roberto Cerulli, quien confirmó a través de sus redes sociales la donación hecha por la artista y hasta publicó una imagen de Rafaella el día que firmó el contrato ante un escribano en Roma.
En la fotografía se ve a Rafaella, con tapabocas sosteniendo la imagen del sitio donde se encuentra el predio acompañada por Cerulli. A esa Institución ha donado en otra oportunidad, material escolar para los niños. Y tras la pandemia del COVID, donó un respirador al hospital Grosseto, al enterarse que estaban recaudando fondos con ese fin.
Carrá realizó muchas más obras de beneficencia y una de las que salió a la luz fue la que, tras el naufragio del crucero Costa Concordia, en las costas del Argentario, prestó su ayuda a la familia de una de las personas desaparecidas en el accidente naval.
Cerulli, emocionado manifestó que Carrà se caracterizaba por su hospitalidad y que cuando realizó la donación del predio la notó muy desmejorada, con gafas oscuras y él presintió lo peor: "parecía que quería esconder algo", dijo en esa oportunidad y agregó que "era evidente que quería guardarse su feo secreto para si misma y no darlo a conocer".
El hombre agregó que en ese momento le dijo "Puedo hacer pública esta donación?" y ella le contestó: "No, este no es el momento". En la ocasión y como gratitud, le ofrendaron una planta que la artista agradeció.
Rafaella Carrà: la increíble historia de la diosa que se convirtió en emblema para la comunidad LGBT+
Rafaella Carrá tomó el apellido de su pintor favorito: Carlo Carrà, un exponente del arte futurista al que Rafaella Pelloni, tal su verdadero apellido, admiraba profundamente y era, en parte, inspiración de su carrera artística.
Fue toda una revolución, que horrorizaba a la iglesia y despertaba un interés desenfrenado en España que en aquel entonces vivía el regimen Franquista. Una vez que finalizó la dictadura en España, Rafaella se instaló en Madrid para hacer su programa "La hora de Rafaella".
Tentada por una importante oferta laboral., al año regresó a Italia para conducir el ciclo "Qué noche", donde desde el inicio del programa, ya daba a conocer su estilo, hablando del sexo sin prejuicio con su tema de apertura en el que decía entre otras cosas: "No hay guerras ni odios cuando las cosas están calientes en el dormitorio"
LP
