Estela de Suecia actualmente está cursando sus primeros años de nivel secundario en una prestigiosa institución. La princesa, que recientemente celebró su cumpleaños número 13, asiste a un centro educativo que se destaca, no solo por su nivel académico, sino también por el entorno natural que lo rodea y su enfoque en el bienestar infantil.
El Campus Manilla, situado en Djurgården —una zona verde a las afueras de Estocolmo—, fue el colegio elegido por los príncipes Victoria y Daniel tras una búsqueda exhaustiva. Cuando Estela ingresó al nivel preescolar, el Palacio Real organizó la tradicional postal de inicio de clases junto a sus padres. En aquella ocasión, también pidieron a los medios respeto y consideración hacia la princesa y los demás alumnos del centro.
El colegio al que asiste Estela de Suecia
Campus Manilla es una escuela independiente, una categoría educativa muy común en Suecia. Este tipo de centros no se financian ni de forma pública ni completamente privada: pertenecen a fundaciones o empresas, como es el caso de Carpe Scientia, y son gratuitos para las familias. En total, cuenta con unos 750 alumnos entre primaria y secundaria.
Victoria y Daniel visitaron numerosas instituciones antes de decidirse por Manilla. Lo hicieron con absoluta discreción, incluso de noche, para no generar expectativas en otras familias ni atraer inscripciones por motivos ajenos a lo educativo. El entorno natural, el foco en hábitos saludables, una alimentación basada en productos naturales y la inclusión del deporte y la danza en el plan de estudios fueron aspectos decisivos.
El enfoque del colegio pone énfasis en la promoción de la salud física y mental, una prioridad personal para la princesa heredera. Victoria ha hablado públicamente sobre los trastornos alimentarios que atravesó en su juventud, y esta experiencia influyó directamente en cómo elige el entorno educativo para sus hijos.
Así como en su momento lo hicieron con Estela de Suecia, es probable que los príncipes opten por el mismo camino para su hijo menor, Oscar. La historia familiar se repite: una educación sólida, en contacto con la naturaleza y pensada para que los niños crezcan en una buena base de conocimientos, priorizando el bienestar.
F.A
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