El casamiento del príncipe Harry con Meghan Markle comenzó con problemas. La ahora duquesa de Sussex, no la está pasando nada bien. No fue suficiente con alejarse de la corona junto a su marido, el príncipe Harry, y su pequeño hijo Archie con la intención de llevar una vida como la de cualquier ciudadano y los problemas la siguen acechando.
El primer traspié que sufrió Meghan fue el mismísimo día de la boda, cuando su padre, Thomas Markle, no acudió a la importante ceremonia, aduciendo problemas de salud. Luego, sus amigas en apoyo a Markle, dieron una nota a la revista People en la que critican duramente a Thomas, sin su autorización, algo que a la duquesa le cayó mal y que aseguró que nunca autorizó esas declaraciones.
Las publicaciones británicas se hicieron eco también de una carta que Meghan le escribió a su padre y cuyos extractos fueron publicados, ante su enojo: "Si me amas, como dices a la prensa, por favor no mientas más y dejanos vivir nuestra vida. Por favor no digas mas mentira ni sigas generando más dolor. Por favor dejá de explotar la relación con mi marido", escribió ofuscada, oportunamente.
En otra carta, la duquesa le contaba a su padre lo difícil que era ser parte de la Casa Real, lo mal que se sentía con ciertos comportamientos de parte de la familia de Harry y especialmente durante su embarazo, momento de gran sensibilidad y en el que se sintió muy desprotegida por parte de ellos.