En marzo de 2020, el príncipe Carlos de Inglaterra dio positivo en el test del coronavirus. El heredero empezó a mostrar síntomas leves. Mientras que su esposa, Camila de Cornualles se sometió también a la prueba y dio negativo. En ese momento, ambos se encontraban confinados en Escocia, aunque en estancias separadas de la vivienda.
Tras el diagnóstico del Príncipe de Gales, el Palacio de Buckingham explicó que la Reina Isabel II sigue con buena salud y aclaró que la monarca vio por última vez a su hijo mayor brevemente el 12 de marzo y está siguiendo los consejos apropiados con respecto a su bienestar. Por su parte, la monarca junto a Felipe de Edimburgo, se mudaron al Castillo de Windsor para cumplir con el aislamiento debido a la pandemia.
Ahora, casi dos meses después, el padre de los Príncipes Guillermo y Harry de Inglaterra dio una entrevista y abrió su corazón: "En mi caso tuve suerte y pude salir con bastante ligereza. Pero lo tuve y puedo entender lo que han pasado otras personas. Me siento especialmente mal por aquellos que han perdido a sus seres queridos y no han podido estar con ellos en ese momento. Para mí, eso es lo más horrible. Para evitar que esto le suceda a más gente, estoy decidido a encontrar una salida. No puedo decir cuánto simpatizo con la manera en la que todos han soportado este momento increíblemente difícil y desafiante".