El 14 de febrero siempre es un día para ver alguna película de amor, leer un novela o simplemente compartir tiempo con nuestro ser amado. Por eso, resaltaremos aquellas historias de amor contemporáneas en la realeza que superaron la ficción. Amor, desengaños, falta de aprobación son algunos de los condimentos que dieron vida a estas parejas que hoy están presentes en el inconsciente colectivo.
Kate Middleton y el príncipe William
Ambos se conocieron en la universidad de St. Andrews, y aunque ella tenía un novio cuando entró, eso no impidió que tras terminar con él, tuviera un relación con el príncipe. Sin embargo, él ya manifestaba la intención de estar con ella tras pagar 200 libras para verla en primera fila en una pasarela de moda para un evento de caridad .Tiempo más tarde, al formalizar su relación, constantemente se convertían en el centro de la atención de los paparazzis. Fue en abril de 2007 que la pareja vivió una crisis, que parecía ser el final de la relación. Pero ellos lo superaron y afianzaron su relación.
Algún tiempo después ella conoció a la reina, se comprometieron, se casaron en una boda que paralizó al mundo entero y fue comentada, y actualmente Kate Middleton tiene 3 hijos con el duque de Cambridge.
Grace Kelly y Raniero III de Mónaco
Grace Kelly ya era una estrella de Hollywood cuando conoció a su príncipe. Hermosa y carismática, había tenido varios romances, aunque nadie aún había despertado en ella esa pasión que llegaría de la mano de la realeza. Pero su vida cambió en 1955 cuando asistió al Festival de Cannes de 1955, donde fue la invitada de honor, y allí conocería al heredero del principado de Mónaco.
El tiempo pasó, las cartas comenzaron a volar de Estados Unidos a Mónaco y el amor floreció. Pocos meses después se comprometieron. El príncipe viajó a Filadelfia. Allí, sellaron el vínculo ante el padre de la entonces actriz. El le regaló un diamante de tal envergadura que durante semanas los medios hablaron del costoso presente.
Durante semanas, Grace tuvo todos las miradas puestas durante semanas y las críticas no tardaron en llegar. Personalidades del "Jet set" sostenían que la americana "sin títulos", no estaba lista para formar parte de este exclusivo circulo. Pero ella sin decirlo, durante meses había recibido el adiestramiento ceremonial y de usos y costumbres para manejarse como marca el protocolo de su nuevo status social.
El 18 de abril de 1956 se llevó a cabo la ceremonia en el Salón del Trono de Palacio. Grace obtuvo sus títulos. La actriz se convertía en princesa. Un día después, una boda religiosa de película obnubiló al mundo. Grace ingresó con un vestido diseñado por la vestuarista de los estudios MG, Hellen Rose. 600 invitados y 30 millones de televidentes siguieron el paso a paso del evento. Era un cuento de hadas tan perfecto como real.
“No era feliz con mi vida personal. Quería casarme y formar mi familia. Así que nunca me he arrepentido”, decía la Princesa en medio de fuertes rumores de crisis con el heredero. La vida en el palacio parecía ser una tortura para todos.
El 13 de septiembre de 1982, Grace y Estefanía regresaban de la casa de campo en Mont Agel, el punto más alto de Mónaco en la frontera con Francia; allí Rainiero construyó su residencia a la que denominó Roc Agel. Nunca quedó claro que sucedió en la carretera. Pero un accidente se llevó la vida de Grace, poniendo fin a este cuento de hadas.
Príncipe Carlos junto a Lady Di y Camilla Parker Bowles: El triangulo amoroso más famoso
El romance de Carlos y Camila comenzó en 1970, en un partido de polo. Según data la historia, los presentó una amiga en común. Él tenía 21 años y ella 23. Fue amor a primera vista. Tenían mucho en común, compartían el gusto por el polo, la pintura, la jardinería y la equitación , pero los títulos eran lo que los separaba.
La idea de una relación entre Camila y el príncipe no le hizo mucha gracia a la Reina Isabel II, ya que ante sus ojos, no era la candidata idónea. No era dulce, inocente, de buena familia y mucho menos sumisa ante los protocolos reales. Así que, la propia reina conminó al heredero a abandonar esa relación.
Camila Shand y el mayor Andrew Parker- Bowles se casaron el 4 de julio de 1973. En 1981 la casa real anunció su compromiso con Lady Di. Era joven, obediente y de familia aristocrática. Perfecta para el papel que le tenía reservado la corona. Se casaron el 29 de julio de 1981 en la Catedral de San Pablo en Londres.
Según varias declaraciones de Diana, Camila siempre estuvo presente en su relación. El 29 de julio del mismo año, se casaron. "Éramos tres en ese matrimonio (...) Cuando caminaba al altar solo la buscaba a ella entre los invitados, y fue muy doloroso verla allí, sentada en la iglesia", contó Lady Di en algún momento. La falta de amor y la persecusión mediática puso fin a ese matrimonio y a la vida de Lady Di el 31 de agosto de 1997.
Dos años después de la trágica muerte de Diana, Carlos y Camila aparecieron juntos por primera vez en público y el resto solo era cuestión de tiempo. En 2005, se casaron y Camila recibió el título de duquesa de Cornualles. Y, posiblemente algún día será esposa del rey de Inglaterra.
Máxima Zorreguieta y Guillermo de Holanda
El 2 de febrero de 2002, la ciudad de Ámsterdam se vestía de fiesta para el matrimonio del hijo de la entonces reina Beatriz, el príncipe Guillermo Alejandro, con la argentina Máxima Zorreguieta. Fue una de las bodas más esperadas de los años 2000 y todo fue como un cuento de hadas. Esta historia de amor comenzó en una noche Neyorquina, que terminó con la formación de una de las familias más felices de la dinastía Europea.
La reina Beatriz estuvo de acuerdo con la relación de su hijo pese al origen plebeyo de la novia y el 30 de marzo de 2001 la casa real holandesa anunció el compromiso de bodas de la pareja. Pero todavía había un obstáculo: el pasado de Jorge Zorreguieta como ministro de la dictadura. La constitución holandesa obliga al príncipe heredero del trono a obtener la autorización del Parlamento para casarse y Máxima de Holanda tuvo que leer una declaración en la que denunciaba los males que causó el régimen militar argentino. Sin embargo, la ley que finalmente permitió al príncipe Guillermo Alejandro de Orange casarse con ella estipuló que su padre no podría asistir a la boda. Tampoco su madre, Carmen Cerruti, acompañó a Máxima ese día.
Desde 2013, tras la abdicación de la reina Beatriz, el príncipe de Orange subió al trono y Máxima se convirtió en la reina consorte de los Países Bajos. Juntos crían a la princesa Amalia, la princesa Alexia, y la princesa Ariane.
Meghan Markle y El príncipe Harry
Esta historia de amor data de 2016, cuando ambos fueron presentados por una amiga en común. Markle dijo que "no sabía mucho" sobre el príncipe Harry, sexto en la línea de sucesión al trono británico, antes de conocerlo. "Lo único que le pregunté a mi amiga cuando dijo que quería presentarnos fue: '¿Es agradable?' Si no lo es, no tiene sentido".
Dos citas más tarde se fueron a acampar juntos a Botsuana, en el sur de África. "Acampamos juntos bajo las estrellas, fue absolutamente fantástico", dijo Harry.
El príncipe y Meghan Markle anunciaron su compromiso el 28 de noviembre de 2017 y contaron que él le propuso matrimonio a ella a principios de ese mes durante una "noche normal y típica para nosotros" en su casa en el Palacio de Kensington mientras la pareja cenaba.
"Una de las primeras cosas que comenzamos a hablar cuando nos conocimos fueron las diferentes cosas que queríamos hacer en el mundo y cuán apasionados estábamos por ver cambios", agregó Meghan.
En otra parte de la entrevista, el príncipe Harry dijo que junto a Meghan quieren "poder llevar adelante los compromisos correctos, nuestro trabajo y tratar de inspirar a otros, a la generación más joven para que puedan ver el mundo en el sentido correcto".
Esta relación se concretó con su boda en 2018, allí ellos dieron el sí ante millones de personas y tomaron el título de Duques de Sussex, pero tiempo más tarde y con la llegada de su primer hijo, Archie, la pareja renunció a sus deberes reales.