Se siente plena y confiesa que atraviesa una etapa hermosa de su vida, afirmación que respalda con su luminosa presencia y no parece un mero discurso. La mujer que realiza la producción fotográfica frente el río, “bancándose” estoicamente el solazo y el calor del verano porteño, es Rosario Lufrano (56), la flamante Presidenta de RTA (Radio y Televisión Argentina) que hoy tiene bajo su órbita la Televisión Pública y todas las radios nacionales. “El Presidente Alberto Fernández siempre me honró al decir que soy la indicada para esta función. Cada vez que hizo una entrevista y le preguntaron por los medios públicos, dijo que el modelo era lo que hicimos en la TV Pública cuando él era Jefe de Gabinete del gobierno y decidió que yo me ocupase de la Dirección Ejecutiva de Canal 7”, explica refiriéndose al cargo que tuvo desde 2006 hasta 2008.
Lufrano también está muy orgullosa por haber sido la impulsora del concepto TV Pública.“En la Argentina daba vergüenza lo público, porque siempre estuvo asociado al amiguismo y al nepotismo. Canal 7 había sido devastado, saqueado, no había respeto, ni tecnología. Seguía teniendo las viejas cámaras Bosch del ‘78, excelentes en su época, pero llegado un momento vos te ponías un saco azul y daba marrón. Era un canal sin luz, sin micrófonos… Fue una decisión política del presidente Néstor Kirchner y de Alberto como Jefe de Gabinete, poner en valor a los medios públicos. Para eso necesitábamos un presupuesto y un concepto. A mí me tocó el concepto de cómo darle sentido a lo que creemos. Y eso era la TV Pública. Eso nos permitió definirnos como un medio público, el único canal del Estado (no del Gobierno). Teníamos que estar en todos lados, se debían vislumbrar en la pantalla las políticas públicas: eso es lo que hicimos. Creamos un canal plural, pusimos en pantalla programas federales, volvió la ficción, se apostó a los que realmente sabían. Vino Diego Capusotto, Marcos Mundstock, Juan Alberto Badía, Mex Urtizberea, Soledad Pastorutti, los documentales, películas argentinas. Se recuperó el deporte, dijimos que donde haya una camiseta argentina tenía que estar la TV Pública. Y así tuvimos los Juegos Olímpicos, los Paraolímpicos, el Mundial de Básquet, el de Fútbol, el Hockey, y hasta la Champions League y la NBA…”, agrega.
Ahora, el deseo de Lufrano es replicar aquel concepto que pudo llevar adelante, pero no solo en la televisión sino también en las radios públicas. “Los presupuestos con los que nos vamos a manejar no son los mismos. Pero vamos a apelar a lo de siempre: queremos que nuestros artistas estén allí, y les vamos a pedir que sean considerados en sus requerimientos para que puedan estar en nuestra pantalla. Todos tenemos ganas, como dice Alberto Fernández, de que la Argentina se ponga de pie. Para eso tenemos que apelar a la solidaridad—dice durante la nota con CARAS realizada en Malloy’s (el pintoresco bar de costa ubicado en Martínez), antes de referirse específicamente a las emisoras radiales—. Con las radios será el mismo concepto, porque es la Radio Pública. Es la radio de todos, la del Estado. Lo de Radio Nacional es increíble. Pensá que hay pueblos en donde las personas todavía dicen: ‘Te encuentro en tal tranquera a tal hora’, y eso se hace a través de la radio. Son pueblos perdidos donde el mundo privado y el Mercado no existen porque no les interesa estar”, agrega.
Rosario Lufrano tiene un extenso recorrido como periodista y conductora. Su carrera comenzó en Radio Belgrano en 1983. Más tarde trabajó en radios como Mitre, Continental y América. En televisión, comenzó conduciendo el noticiero central de Cablevisión, y luego se puso al frente de Telefe Noticias junto a Franco Salomone. Llegó a Canal 7 en diciembre de 2003 para conducir la edición nocturna de Visión 7. En 2006, realizó en Radio Nacional el ciclo “Rosario de Ideas”. En 2015 fue premiada con el Martín Fierro a la Labor Periodística Femenina en Radio. En 2016 obtuvo un premio en Nueva York por el documental sobre femicidio “La Mate porque era Mía”. Con otro documental sobre Trata de Personas llamado “Mercaderes de la Inocencia”, ganó el premio Ondas en Barcelona, por el cual fue recibida por el Papa Francisco. Después vendría su programa “Digo lo que Pienso”. Hasta hace muy poco estuvo trabajando en Crónica HD con el programa “Hay otra Historia”. “Que ahora el Presidente de la Nación me proponga esto es un honor mayor al que me otorgó cuando era Jefe de Gabinete. Alberto depositó en mí toda su confianza. Por supuesto que estamos hablando de un equipo: Francisco “Pancho” Meritello ocupará el cargo de Secretario de Medios; Claudio Martínez va a ser el Subsecretario de Contenidos Públicos; el periodista, productor y guionista televisivo y cinematográfico, Eliseo Alvarez, será Director Ejecutivo de la TV Pública; Bernarda Llorente estará en la Presidencia de Télam… Somos todos del medio, aquí no hay nadie que sabe de Parques Nacionales y le dieron Canal 7, ¿se entiende? Somos todos profesionales, nos puede ir bien o mal, pero sabemos de qué se trata y pondremos lo mejor de nosotros para que salga bien. Y ese es nuestro orgullo, estoy muy contenta”, afirma.
—Hasta este nombramiento, ¿Cómo era la relación que mantenía con Alberto Fernández?
—Pensá que yo fui la única funcionaria que se fue el mismo día que él renunció: el 23 de julio de 2008. Era lo que correspondía. Si a mí él me abrió la puerta y me permitió hacer todo lo que hice, y recibí todo su apoyo político, entonces cuando él renunció, yo también renuncié. Por lo tanto, después de ese momento, que fue muy fuerte, nos seguimos frecuentando. Nos juntábamos a comer o a tomar un café, a hablar del país, de lo que estaba pasando en estos últimos cuatro años. Todo lo fuimos compartiendo de manera muy respetuosa, con mucho cariño.
—¿Comparten gustos por las mismas cosas?
—Vos sabés que él es un fanático del rock nacional, por eso compartimos nuestro gusto por Litto Nebbia, Luis Alberto Spinetta, Charly García, que son monstruos… Los Padres del Rock. Son tipos divinos, además los conocí personalmente. Con Litto mantengo una relación muy afectuosa. O si no con Alberto nos mensajeamos, diciendo que estamos viendo tal o cual serie. Nos recomendamos cosas… Ese es el trato que mantenemos.
—¿Conoce a Fabiola Yáñez (la Primera Dama) o a su hijo Estanislao?
—No, ni a Fabiola ni a Estanislao. Pero a Alberto siempre lo escuché decir que cuando su hijo era más chico le gustaba mucho dibujar, y destacaba lo creativo que es “Tani” (como él lo suele llamar).
—¿Cuáles son sus características de liderazgo?
—Tengo carácter fuerte. Soy una mujer que siempre va a fondo, en el sentido de que me animo a decir las cosas que pienso. Lo hago con el corazón y con “las tripas”. A veces estaré equivocada y otras no, pero cuando estoy muy convencida defiendo mis puntos de vista. Siempre respetuosamente. Nunca me dediqué a criticar a los demás, sino que cuando me refutan algo pido explicaciones. Exijo un argumento, y si creo que el otro está equivocado, doy yo los míos. Creo que cuando vos tenés que descalificar al otro es porque tu argumento es muy flojo.
—¿Cómo vive esta época de empoderamiento de la mujer?
—Es una etapa hermosa. Empecé a trabajar en los medios a los 21 años, once días después de la asunción de Raúl Alfonsín. Al igual que tantas otras empresas, los medios estaban dominados por varones. Ellos imponían su estilo, su criterio, y a veces abusaban de esa posición de poder. No era una época en la que la mujer denunciara o se impusiera. Pero a lo largo de los años muchas periodistas, no solamente yo, fuimos diciendo que eso no era así, que había que hacerlo de otra manera. Defendimos nuestro lugar y nos fuimos ganando el respeto de los hombres.
— ¿En la televisión tuvo que enfrentarse al machismo?
—Sí, era una época en que la mujer debía “combinarle” al varón de turno. La altura, el pelo, tenían que “dar bien” juntos. Si una mujer estaba bien desde el punto de vista del “adorno”: fotografiaba bien en cámara, conjugaba bien el verbo de una sola oración, sabía bien lo que es presente, pasado y futuro… ¡Entonces sí, era un descubrimiento muy importante! (Risas). Ese era el criterio. Pero pertenecemos a una generación donde les dijimos que nosotras no somos un adorno, que no solo “combinamos” bien sino que también pensamos. A veces igual y otras distinto, y sabemos defender una idea. Yo me metí en la Franja de Gaza, viajé cuando mi hijo todavía tenía un año de vida. Era la conductora de Telefe Noticias y fui de corresponsal. Mirá si me va a frenar que alguien me discuta una idea. No lo digo desde la soberbia, pero… ¿cómo no voy a defender una posición?
—¿Tiene pensada la nueva programación?
—En la nueva programación, lo que ya se emitía y esté bien hecho se va a quedar, pero por supuesto agregaremos nuestro plus, nuestra mirada. En estos cuatro años los medios públicos fueron vaciados de contenido. El objetivo de la TV Pública no es ganar medio punto más de rating. Pero creo en esa televisión que no debe ser aburrida por el hecho de ser pública. Por otra parte, hoy muchos argentinos tienen hambre, hay pibes que se van a dormir y para que no les duela la panza, comen cartón húmedo. A mí me dan ganas de llorar. Los medios públicos tienen que acompañar a este Presidente de la Nación que debe empezar tan de abajo y combatir el hambre.
—¿Cuál es el plus que tiene una funcionaria por el hecho de ser mujer?
—La diferencia de la mujer en la gestión es su sensibilidad. Es diferente a la del varón. Ni mejor ni peor, diferente. Y después creo que somos más estrictas con nuestras convicciones, a veces hasta somos menos flexibles. Yo dócil no soy, empecemos por ahí (Risas). Cuando tengo un objetivo, trato de alcanzarlo. Me gusta trabajar en equipo. Me rodeo de gente que en lo posible sepa más que yo. No soy egoísta.
—Usted es mamá de Paula (32) e Iván (27)… ¿Cómo tomaron ellos la noticia de su nuevo nombramiento?
—Ambos ya son grandes: ella estudia psicología y él es actor. Su reacción fue de orgullo. Iván me advirtió que iba a estar muy expuesta otra vez, y yo le dije: “Mirá Iván, cuando uno tiene una idea y la oportunidad de cambiar algo, si es consecuente con lo que piensa, tiene que tomar el desafío. Si no es una postura muy cómoda”. La verdad es que yo lo quiero mucho a Alberto Fernández, quiero que le vaya excelentemente bien. Él dice que va a ser el Presidente de una Gran Nación, y yo le dije que va a ser un Gran Presidente de una Gran Nación. Por cómo piensa, cómo dirige sus equipos, cómo actúa. Es un hombre reflexivo, alguien que escucha. Sabe hablar con personas que opinan absolutamente distinto. No lo frena el pensamiento opuesto.
—¿De qué manera se las arregló para criar a sus hijos estando tan ocupada?
—Yo me separé del papá de mis hijos cuando eran chicos, así que tengo demasiado entrenamiento para saber cómo arreglármelas sola. Hice como hicieron todas las mujeres que les tocó separarse. Me arreglé para criarlos, para mandarlos a la escuela, mantener el laburo, con el agregado de que la televisión te obliga a estar impecable. Que el pelo, que la ropa, que el maquillaje… A la mujer se le exige que no puede tener un kilo de más, que no se noten las arrugas, esas cosas que quizás al varón todavía se le sigue permitiendo.
—¿Se cuida con las comidas?
—Tengo una genética maravillosa, no engordo. Ni siquiera lo hice con los embarazos. Dos veces por semana practico gimnasia funcional por una cuestión de salud.
— ¿Es fashionista?
—No, para nada, me pongo lo que me gusta. Los sacos me parecen muy elegantes. Siempre te terminan de vestir. Los combino con una buena camisa y un buen pantalón. Los vestidos los uso ajustados o estilo Jackie.
—Lufrano, no hablamos del amor…
—Lo único que voy a decir es que el amor está muy cerca (Risas).
Agradecimientos: Styling: Tere Del Valle @tvtrendy.
Makeup: Mauricio Camilo @mauriciocamilomaquillador. Malloy’s Bar de la Costa @Malloysbardelacosta. Dr. Juan
Seren. Hair: Stefi y Rocío para “Baiana Peluquería; Vitamina; Clara Ibarguren ; Anna Rossatti; Prune; Justa Osadía.