Esther Goris SIN FILTRO sobre el paso del tiempo: “Es una cagada”

A los 62 años, Esther Goris sigue siendo una figura magnética, lúcida y sin pelos en la lengua. Invitada a una nueva emisión de +Caras, el ciclo de entrevistas conducido por Héctor Maugeri en Caras TV, la actriz repasó momentos clave de su carrera y se animó a hablar con honestidad brutal sobre el paso del tiempo, su cuerpo, los excesos y su intensa forma de vivir.

Entre risas, complicidad y recuerdos, ambos evocaron la histórica primera tapa de Goris en la Revista Caras, donde posó completamente desnuda con caracteres chinos pintados sobre su piel. “Vos apostaste por mí mucho antes de que yo hiciera Eva Perón. Vos ya me hablabas de lo que era ser actriz y triunfar en esta profesión”, le dijo emocionada al periodista, con quien mantiene una relación de amistad que trasciende lo profesional.

Frente a las imágenes de aquellas osadas producciones, Maugeri le preguntó si siempre tuvo buena relación con su cuerpo. “Sí. Hice muchísimos trabajos sin ropa, completamente desnuda. Además, disfrutaba de una discreción anatómica poco frecuente porque era muy flaquita”, contó sin pudores, reafirmando el vínculo natural y despojado que siempre mantuvo con su físico.

Esther Goris y el paso del tiempo

Pero el momento más crudo y sincero llegó cuando se tocó el tema del paso del tiempo. Maugeri disparó la pregunta, y Goris no se guardó nada: “El paso del tiempo es una cagada”. Luego, con un dejo de melancolía agregó: “A mí me gustaría seguir como hace 30 años atrás. Cambio toda la sabiduría por el cuerpo que tenía”.

Entre recuerdos y anécdotas, la actriz evocó una producción de fotos en el Santuario de las Mariposas, en México. “Es un fenómeno único”, dijo mientras en pantalla se veía la imagen que inmortalizaba el momento: “Insisto en que no había Photoshop. Las mariposas estaban realmente sobre mi sombrero y el fotógrafo captó justo el instante”.

También revivieron una producción aún más excéntrica: una sesión de moda realizada en un cementerio. “Ya no lo recordaba. Todo era una locura”, confesó entre carcajadas.

En el tramo final de la entrevista, Goris bajó un cambio y reflexionó sobre su forma de vivir: “Por vivir la vida de un modo apasionado se paga un precio muy alto, pero vale la pena”.

Y, como quien se despide con una frase que encierra todo su recorrido, Esther Goris sentenció: “He hecho lo que pude, pero pude bastante de lo que quise”. Una declaración que resume la esencia de una mujer intensa, valiente y profundamente auténtica.