Andrea del Boca habló de su vida afectiva y emocional: "Hoy merezco renacer" (federico de bártolo)
Andrea del Boca habló de su vida afectiva y emocional: "Hoy merezco renacer" Foto: federico de bártolo
Andrea del Boca habló de su vida afectiva y emocional: "Hoy merezco renacer" Foto: federico de bártolo
Andrea del Boca habló de su vida afectiva y emocional: "Hoy merezco renacer" Foto: federico de bártolo
Andrea del Boca habló de su vida afectiva y emocional: "Hoy merezco renacer" Foto: federico de bártolo
EXCLUSIVO

Andrea del Boca reveló con quién perdió la virginidad

La actriz celebró sus 50 años junto a su hija, Anna, y CARAS, y abrió su corazón para contar detalles de su intimidad.

En un clima íntimo, en diálogo con con Héctor Maugeri, Vicedirector de Revista CARAS, Andrea del Boca celebró sus 50 años y 54 de carrera haciendo un repaso por cada instante de vida y dejó revelaciones impactantes al contar quienes fueron sus primeros amores y a quien le entregó su virginidad.

A los 15 años dio su primer beso de ficción sin nunca haber sido besada por amor…

—Sí, me lo dio Raúl Taibo, y para hacerme una broma, antes había comido sardinas con cebolla.

Hasta ese momento, pareciera que su vida estaba signada por los románticos textos escritos por otros o por las grandes pasiones que interpretaba sin jamás haberlas experimentado. Hasta que apareció Silvestre, su primer amor.

—Sí, lo conocí cuando tenía 16 años y empecé a salir con él a los 18. El era un hombre de 30 años. Fue un desafío personal el encontrarme enamorada de alguien que tenía una historia muy heavy. Pero a pesar de todo, y de todos, decidí jugarme por amor. Como lo hacían las heroínas que interpretaba, sólo que ellas siempre tuvieron un final feliz y no fue mi caso. Con él experimente mi primer beso real, verdadero. Y se sintió distinto porque “sentí”, no estaba interpretando a nadie. Era yo. Estaba emocionada, alegre, apasionada.

¿Con Silvestre experimentó la pérdida de la virginidad?

—Sí, porque desde siempre fui una mujer que se jugó por la verdad. En ese momento me sentía plena. Y me entregué por amor.

Usted era menor de edad y él un hombre adulto. Podría haber ido preso.

—Sí, obvio. Y su abogada me decía a mí que no nos expusiéramos públicamente precisamente 

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