Galería de fotos
¿Qué te inspiró a la hora de diseñar este espacio?
Desde el inicio, la consigna fue clara: crear un lugar donde el diseño acompañe la experiencia del pilates. Un refugio del ritmo cotidiano, que invite a bajar el ritmo, a respirar profundo y habitar el cuerpo con conciencia. La inspiración vino del mismo propósito del pilates: equilibrio, fuerza interior y presencia.
¿Qué fue lo más valioso de este proyecto?
La conexión con la persona que lo soñó. Sentí mucha confianza desde el primer momento, y eso permitió que el proceso fuera genuino, cuidado y profundo. Diseñar no es solo elegir objetos, es interpretar emociones, necesidades y formas de habitar. Ese vínculo humano es lo que le da alma al espacio.
¿Cómo tradujiste esa premisa al lenguaje del diseño?
Trabajé con una paleta neutra y materiales nobles como la madera, presencia de piedras naturales y símil mármol, que transmiten serenidad, calidez y elegancia. La iluminación fue clave: selección de luz cálida e indirecta, con tiras LED detrás de los espejos orgánicos, que además de funcionales, aportan un toque escultórico al espacio.
¿Cómo fue el desafío de equilibrar estética y funcionalidad?
En un estudio de pilates, el equipamiento es protagónico, por lo que buscamos integrarlo sin que domine. Diseñamos mobiliario a medida que resuelve lo práctico (como el banco zapatero y de guardado en la entrada) sin perder armonía visual. Todo está pensado para que fluya: la circulación, el orden, los estímulos visuales. Incluso los mensajes en pared suman a esa atmósfera de contención.
¿Qué querés que las personas sientan al entrar?
Paz. Que se sientan abrazadas por el espacio. Que conecten con su cuerpo, pero también con su interior. Que sientan que están en un lugar que las cuida, que las inspira y las invita a volver. Porque el diseño también puede dar calma interior, y ese fue el propósito de este proyecto: acompañar el bienestar desde la funcionalidad y la belleza interior.
¿Qué significó para vos diseñar este espacio?
Fue mucho más que un proyecto. Fue una experiencia que me atravesó emocionalmente. Ponerme al servicio de un espacio que busca el bienestar del otro me hizo reconectar con por qué amo diseñar. Sentí que cada decisión, cada material, cada luz elegida, tenía un sentido más allá de lo estético. Y como Diseñadora, no hay mayor satisfacción que esa: crear belleza y bienestar en un espacio.
Me voy de este proyecto con el corazón lleno. Porque más allá del resultado estético, sé que este espacio tiene alma. Y como diseñadora, no hay mayor satisfacción que esa: crear belleza que transforma desde la calma.
Contacto:
IG: paolagarro_interiorismo
2657-556872
