La experiencia paranormal de Marixa Balli con un duende de Bariloche

Marixa Balli se destaca por ser una de las mujeres más reconocidas de la farándula argentina, pero lo desconocido, hasta ahora, era su obsesión con los duendes. Como invitada en Pop Radio, la empresaria contó una gran anécdota que tuvo con un duende de Bariloche y la llevó a alejarse de la duendología.

La panelista de LAM reveló un costado desconocido de su vida y sorprendió, tanto a la audiencia como a sus seguidores y hasta a los medios.

La experiencia paranormal de Marixa Balli con un duende de Bariloche

Marixa Balli contó en diversas ocasiones que en su casa tenía presencia de duendes o entidades que le movían cosas, le escondían objetos, o que incluso ella sentía que la observaban. Esta vez, como invitada a la Pop Radio, reveló la idea que tuvo para convivir con los duendes y la experiencia que tuvo con uno específico proveniente de Bariloche.

“Voy a Villa General Belgrano y quedo loca con una casa que tenía duendes”, inició contando respecto de su costado duendólogo. “Compré uno, dos, tres y me parecía divino, así que pregunté quien los hacía”, continuó.

“Esto lo hace una persona en Bariloche, que vive en la montaña y que ve a los duendes”, aseguró que le respondieron, por lo que la dueña de Xurama no dudó un segundo y pidió el contacto del artista. “Me dan el teléfono y me voy a Bariloche, con La Turca, una amiga que es neuquina”, contó.

“Nos metimos en la montaña y vimos una casita. El tipo divino, nos recibe maravillosamente bien y me dice: Marixa, qué divina. ¿Cuántos duendes querés?”, recordó respecto a su encuentro con el creador de sus amados duendes. “Quiero como 40 duendes”, le respondió al inventor de las criaturas y reveló que su idea era “hacer una casita de duendes que había visto en General Belgrano y que me encantó”.

“De golpe, dando la vuelta en su taller, le digo: ¡Me gusta este duende!”, expresó y recordó que el creador de las piezas le dijo que no porque se trataba de "El Gobelino". 

"No te lo puedo dar porque es peligroso y él decide dónde vivir”, lanzó el escultor. Sin miedo a nada, como lo demuestra en cada una de sus apariciones, la Cachaca prácticamente le ordenó al barilochense que le hiciera un Gobelino. “Bueno, pero corre por cuenta tuya”, le advirtió el artista. 

“Me llega el Gobelino, yo chocha, feliz y enloquecida. Ya había hecho la casita de los duendes en un sector de la casa y era una cosa hermosa”, adelantó y continuó contando que al sacar al duende de su caja, “en la que estaba totalmente bien embalado”, tenía “las patas quebradas”.

Frente a esto, sabiendo que se trataba de un “mal augurio”, decidió llamar a quien recuerda como “Carlos” para contarle la sorpresiva y difícil situación que vivió con el Gobelino. “Ya, así como está, despachalo”, le ordenó el creador del duende. “Lo saqué y lo dejé en la guardia para que se lo llevaran y desarmé la casa con los 40 duendes, a la m*erda todo”, sostuvo entre risas después de su obsesión y experiencia fallida con los duendes.

Marixa Balli volvió a sorprender con una de sus anécdotas, esta vez lejos de las bailantas y los amores, sino con un fanatismo que duró poco al no salir de la manera esperada.

MVB