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María Rosa, ¿cómo surgió el emprendimiento?
Eduardo, Maestro Mayor de Obras, trabajó durante 20 años en un concesionario vial. Por mi parte,
soy profesora de Educación Especial y ama de casa. Tenemos cuatro hijos: Agus, Martina, Fran y
Maxi. Hace 11 años perdimos a nuestro angelito.
Durante la pandemia, suspendieron a Eduardo del trabajo con una amplia reducción de sueldo. La
inercia de los gastos superó los ingresos, y decidir qué pagar se volvió desesperante.
Un día, me desperté diferente tras soñar con mi papá, quien era carpintero. En el sueño, lo
ayudaba a apretar las tuercas de sus tranqueras. Le conté a Eduardo, y ahí comenzó todo.
Teníamos sillones Adirondack de plástico que se habían roto con poco uso. Esa mañana, después
del sueño, decidimos fabricarlos en madera.
Tardamos una semana en hacer uno, y un amigo lo vio y nos encargó cuatro. Desde entonces, no
hemos parado, aunque aún no tenemos los nuestros.
En los momentos más difíciles, sentimos que nos soplan al oído desde nuestros corazones, y
hemos aprendido a traducirlo.
¿Cuáles son los servicios que brindan al público?
Nos dedicamos a fabricar el Sillón El Cordillerano en su modelo Alta Montaña, con tres variantes:
Clásico, reclinable y alto.
¿Cómo proyectan su marca a mediano plazo?
Tenemos una producción artesanal que no pensamos modificar. Cada pieza pasa por nuestras
manos, y el modelo Alta Montaña es la evolución para su uso en exteriores. Estudiamos las
nuevas tecnologías de los materiales, como el hidro-esmalte, los tornillos zincados y la masilla
epoxi, y las aplicamos.
Visualizamos seguir produciendo la misma cantidad de sillones, pero con una calidad superior.
¿Cuáles son sus diferencias en el rubro?
No solo fabricamos sillones, sino que los vemos nacer y vivir con nuestros clientes. Cuidamos
cada detalle constructivo para que puedan ser usados por generaciones y sean testigos de
charlas, confidencias, buenas y malas noticias.
Si comenzaran nuevamente, ¿qué harían diferente?
Contamos con un ángel que nos guía. En los momentos más difíciles, nos sopla al oído, y hemos
aprendido a traducirlo a la realidad. No lo hicimos solos, y seguramente Él volvería a hacerlo.
Datos de contacto:
Teléfono: 11 3257-6294
Dirección: Calle 136 1140 - Mercedes
