Vivimos en un mundo que no para. Todo sucede rápido: las noticias, las exigencias, las expectativas. A veces pareciera que, si no corremos, quedamos afuera del sistema. Y así, sin darnos cuenta, comenzamos a vivir con la mente llena de ruido y el corazón acelerado. Estrés, ansiedad, insomnio, mal humor… síntomas silenciosos que nos susurran una verdad que a veces evitamos escuchar: estamos desconectados de nosotros mismos.
¿Te pasó alguna vez sentir que no podés más? Que por más que hagas listas, cumplas con todo y hasta sonrías, hay algo adentro que sigue incomodando. Esa sensación no es casualidad. Es el cuerpo y la emoción hablándote.
¿Por qué vivimos estresados?
Desde la Biodescodificación, el estrés es la respuesta natural de tu cuerpo ante lo que interpreta como una amenaza. No sólo hablamos de peligros reales, sino también de exigencias, pensamientos acelerados, querer controlarlo todo, miedo a fallar, necesidad de aprobación, entre otras cosas.
El gran problema no es el estrés en sí mismo (que es necesario en dosis saludables), sino cuando lo sostenemos demasiado tiempo, creyendo qué si no controlamos todo, algo malo va a pasar. Y así, vivimos en modo supervivencia.
Soltar el control: un acto de amor propio
Soltar no es resignarse, es confiar. Confiar en que no todo depende de un gran esfuerzo, que se puede aflojar un poco la autoexigencia y así poder conectar con vos mismo.
Porque detrás del estrés suelen esconderse creencias como: “Si no hago todo perfecto, no valgo”, “Tengo que poder con todo”, “No puedo parar”. ¿Te sentís identificado?
La buena noticia es que esas creencias pueden transformarse. Y cambiar de perspectiva es un verdadero acto de amor propio.
Herramientas prácticas para soltar y volver a vos
Quiero dejarte algunas prácticas simples y amorosas que podés incorporar hoy mismo. No requieren horas, sólo tu decisión de realizarlas:
1. La pausa consciente: Tomate 3 minutos al día para detenerte. Cerrá los ojos, inhalá profundo y preguntate: ¿Qué necesito ahora? Escuchá sin juzgar y registrá que sentís.
2. El ejercicio del “¿Qué puedo soltar hoy?”: Cada mañana, anotá en una hoja algo que sabés que estás intentando controlar sin necesidad: una expectativa, un “debería”, un miedo. Luego, con conciencia, repetí: Hoy elijo soltar esto.
3. Flores de Bach para la mente acelerada: Esencias como White Chestnut (para calmar pensamientos repetitivos) e Impatiens (para bajar la ansiedad por hacer todo rápido) pueden acompañarte en este proceso.
¿Querés ir más profundo en este camino?
Si sentís que te gustaría seguir explorando cómo gestionar tu estrés y tus emociones desde un enfoque amoroso y práctico, te invito a ser parte de la “Tribu del Bienestar”, mi membresía mensual donde cada mes trabajamos una temática clave para nuestro equilibrio interior, con meditaciones, ejercicios y herramientas como Biodescodificación, Flores de Bach y espiritualidad práctica. Es un espacio pensado para acompañarte a soltar cargas y reconectar con tu paz.
Soltar es volver a vos
El estrés no se va eliminando tareas, sino cambiando la forma en que te relacionás con vos mismo.
No vinimos a esta vida a cumplir listas eternas, sino a habitar el presente, conectados con nuestra esencia. Cada vez que elegís soltar, aunque sea un poquito, estás volviendo a vos, estás diciéndote: No necesito resolver todo para realmente valer.
Quizás no puedas cambiar el ritmo del mundo, pero sí podés transformar tu forma de verlo.
Hoy te invito a hacer una sola cosa: pausar y preguntarte… ¿Qué puedo soltar para sentirme mejor?
Datos de Contacto:
Instagram: inegarcia.ok
Web: www.inegterapeutaintegral.empretienda.com.ar



Juan Grabois: la florida prosa del dirigente social para lucir la rosca política

Tendencia de pelo 2025: las ondas más sueltas (y fáciles) están de regreso

Elba Marcovecchio furiosa contra Wanda Nara, que la trató de ladrona: qué determinación tomó
