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Hoy vengo a compartir lo que ha sido mi deseo de ejercer la profesión de Trabajo Social de manera independiente, especialmente desde la Perspectiva de Género. La combinación de estos dos elementos me ha permitido ir transformando la práctica profesional en un desafío basándose en los principios rectores de los Derechos Humanos, la justicia social, el trabajo colectivo para brindar al sujeto las diversas respuestas sin dejar de pensarlo como un ser social. A su vez, es una disciplina que se vincula desde sus orígenes al ámbito de lo público, la beneficencia y el tercer sector (ongs) y en el ámbito privado como prestadores de un servicio (elaboración de informes socioambientales, encuestas, otros).
El ejercicio profesional en forma independiente me permite tener un enfoque personalizado y adaptado a las necesidades de las mujeres, así como la libertad de implementar prácticas que se alineen con mis valores personales y profesionales. La perspectiva de género es fundamental en el Trabajo Social, ya que promueve la equidad y busca desafiar las desigualdades estructurales presentes en la sociedad.
Es muy valioso que el Trabajo Social se centre en las necesidades específicas de las mujeres que han sufrido o sufren la violencia por razones de género o han transitado vínculos donde la principal característica es la idea del amor como el sufrimiento. Al ofrecer un marco teórico y metodológico que aborda tanto el ámbito individual como comunitario, propongo un espacio seguro y acogedor donde las mujeres se sientan escuchadas y apoyadas.Como profesional sé lo doloroso es para ellas seguir esperando el cambio del otro, “aguantar” por temor al abandono, a la pérdida, a las amenazas, a la dependencia emocional y/o económica.
El enfoque grupal y personalizado es esencial para que las participantes compartan sus experiencias y se apoyen mutuamente, lo que puede ser una fuente de fortaleza y empoderamiento. La creación del espacio “Taller Las Mariposas” fomenta la solidaridad y convierte el sufrimiento en una oportunidad para la sanación y la reconstrucción de las identidades. Es fundamental trabajar en la educación y concientización sobre los derechos humanos y la equidad de género para que las mujeres atiendan su bienestar emocional y comiencen a sanar las heridas que han dejado las experiencias de violencia.
En “Las Mariposas” algunas estrategias profesionales que considero importantes van desde los talleres de empoderamiento donde se trabaja sobre la autoestima y el autoconocimiento a través de dinámicas grupales e individuales dentro de un espacio de escucha activa. A su vez, se genera la confianza para que las mujeres puedan contar sus historias sin juicios de valor ni censura. Reciben la orientación y asesoramiento sobre sus derechos y las vías posibles para llevar adelante su reclamo legal y la reflexión a nivel de lo individual y grupal (encuentros y grupo de mujeres) permiten comprender cómo sus experiencias de violencia han afectado sus formas de relacionarse y amarse a ellas.
Si te interesa trabajar estos temas juntas, podes escribirme a [email protected] o en Instagram, a taller_las_mariposas
Natalia L: Rigamonti
Lic. en Trabajo Social
M.P:12659
