Karen, ¿cómo fueron los inicios de su emprendimiento?
Desde muy pequeña sentí curiosidad por el mundo de la piel y del maquillaje. A los 16 años me recibí de maquilladora, continué estudiando y de apoco fui descubriendo el mundo de la cosmetología. Empecé a trabajar en peluquerías y realizaba domicilios. Recuerdo que para poder comprarme mis cremas y elementos de trabajo, mis padres, hermana y el que hoy es mi marido me pagaban por cada limpieza facial que practicaba. Lo que iba a ser un hobbie, una salida laboral mientras estudiaba alguna carrera universitaria se convirtió en mi vocación, en mi pasión, y además en mi carrera universitaria, ya que después de estudiar en institutos privados, pude estudiar en la Universidad de Buenos Aires, Facultad de Medicina, y recibirme de Técnica Cosmetóloga.
¿Cuáles son los servicios que brindas al público?
Actualmente tengo un centro de estética donde yo me especializo en los tratamientos faciales, me apasiona crear y ofrecer tratamientos innovadores, con resultados visibles desde la primera sesión y potenciar la belleza de cada persona que me elige. Encontré profesionales apasionados donde puedo delegar otros servicios, como estética corporal, masajes relajantes, limpiezas faciales para adolescentes, manicuria y el servicio de pies, el cual respeto mucho y conozco ya que mi mamá es podóloga recibida de la Universidad de Buenos Aires.
¿Qué proyectos tienes por delante?
Me visualizo a mediano plazo con mi centro de estética lleno de personas que busquen reeencontrarse con su amor propio y que mi espacio sea su lugar preferido. A su vez, me proyecto seguir brindando trabajo a las mujeres que me acompañan, las cuales son apasionadas y excelentes trabajadoras.
nos diferencia de la competencia el detalle en cada espacio de nuestro centro, la empatía y la importancia hacia el otro, la capacitación constante, los resultados visibles y el equipamiento y productos con los que trabajamos, que son de alta gama, vanguardia y de gran pureza.
Si tuvieras que empezar de nuevo, ¿qué harías diferente?
No cambiaría nada, ya que cada paso, caída, experiencia laboral y cada curso no exitoso, me enseñó lo que hoy elijo y también lo que no elijo para mí y para mi espacio. Quizás si, le diría a la Karen de 16 años cuando empezó, que sí va a poder, que si es posible vivir de lo uno ama, que si hay que esforzarse, que cada pasito y que cada caída la van hacer más fuerte. Y que se siga rodeando de personas que la impulsen y la potencien.
Datos de contacto:
WhatsApp: 1167896121
Instagram: @kqcosmetologiayestetica







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