sábado 29 de junio del 2024

Niksen, el método para incrementar la creatividad y reducir el estrés, "haciendo nada"

Tomarse un tiempo para no hacer nada puede parecer contraproducente en una sociedad que valora la productividad, pero es esencial para el equilibrio y el bienestar personal. Por Gabriela Vilá. Galería de fotosGalería de fotos

CREDITO CARAS

¿Qué te pasa cuando NO HACES NADA?

Me preguntó un compañero de la escuela de Coaching en los primeros días de clase. Lo miré con sorpresa, “NO HACER” creo que enseguida lo juzgué como malo, ¿Cómo “NO HACER”?, siempre hay algo para hacer.

La pregunta se me instaló en mi mente e hizo lo suyo a lo largo de los meses siguientes.

¿Cómo “NO HACER”?

Una propuesta dada por los holandeses se denomina NIKSEN, el arte de no hacer nada.

¿Por qué esta propuesta?

En respuesta a las consecuencias de la sobreocupación y al hiperconsumo de la tecnología.

Trastornos de ansiedad, burnout (síndrome de desgaste profesional) y otras enfermedades relacionadas con el estrés.

¿Qué es exactamente NIKSEN?

El poder de la pausa

Tomar un descanso calculado y consciente para permitir a la mente vagar sin pensar en términos de resultados. Solo estar. Estar presentes en el presente. Sin más. Y ahí es donde se producirá el milagro en donde la mente buscará sus propios estímulos. Y se nos revelará inesperada y sorprendente.

No en vano, Aristóteles decía que el asombro es la puerta a la filosofía.

Considerando que la antesala del asombro es el aburrimiento, ese momento en el que sin fijarnos en nada de repente nos fijamos en algo que nos asombra, palabra que en su etimología significa sacar de las sombras. Eso es, el no hacer nada. Una preparación para sacudirnos de encima las sombras del interminable hacer. 

Sandi Mann, una psicóloga de la Universidad de Lancashire Central, en el Reino Unido, estudia la relación entre el soñar despierto, un efecto inevitable de la inactividad y la creatividad. “Nos vuelve literalmente más creativos, mejores para solucionar problemas, más capaces de tener ideas originales.” No obstante, para que eso suceda, se necesita una inactividad total. Hay que dejar que la mente busque sus propios estímulos, explica Mann. Aunque los efectos casi inmediatos del ocio premeditado no sólo se ven sobre nuestra capacidad creativa, también sobre nuestra facilidad para relajarnos, dormir y disfrutar actividades en general.

En 2019 el Índice Calidad de Vida de la OCDE situaba a Holanda como el país con mejor armonía entre trabajo y vida, por encima incluso de los países escandinavos. “Solo se consigue estar sano, ser feliz y creativo al asignar algo de tiempo a calmar las cosas, tomarse un descanso y, lo más importante, cuidar de uno mismo. Aquí es donde el niksen entra en juego”, asegura Annette Lavrijsen en su obra, que incluso incluye un manifiesto que defiende esta práctica.

Manifiesto

1      Voy a hacer del no hacer nada una prioridad, porque sé que eso me volverá más productivo, más creativo y, sobre todo, alguien más sano y más feliz.

2     Voy a permitirme no hacer nada, aunque eso signifique no ser productivo o parecer antisocial. Ignoraré a cualquiera, ya sea un amigo, un compañero de trabajo o a mi crítico interior, que diga que no hacer nada es sinónimo de pereza, inutilidad o egoísmo.

3     Sacaré algo de tiempo cada día para no hacer nada, poniendo límites saludables que abran ventanas de tiempo y oportunidad tanto en mi agenda como en mi mente, así como a través de una mejor gestión de mis horas.

4     Haré de esos momentos de nada en absoluto una parte integral de mi vida, tanto profesional como privada, recibiendo de buen grado el potencial de cambio del niksen.

5    Haré del no hacer nada un hábito para toda la vida, dedicando el tiempo a la relajación activa y pasiva y a las actividades sin objetivo, lo que permitirá que mi mente se suelte y divague.

La autora Carolien Janssen en su libro “Niksen: The Dutch Art Of Doing Nothing” (“Niksen: el arte holandés de no hacer nada “) define el Niksen como similar a la atención plena, solo que no se necesita nada especial para no hacer nada. Es un concepto que ayuda a priorizar la salud y el bienestar de uno mismo. 

Cuando alcanzamos el bienestar somos capaces de evolucionar, y cuando algo evoluciona, evoluciona también todo lo que le rodea.

El mundo que hemos creado es un proceso de nuestro pensamiento.

No se puede cambiar sin cambiar nuestra forma de pensar.

¿Qué te pasa cuando NO HACES NADA?

Me preguntó un compañero de la escuela de Coaching en los primeros días de clase. Lo miré con sorpresa, “NO HACER” creo que enseguida lo juzgué como malo, ¿Cómo “NO HACER”?, siempre hay algo para hacer.

La pregunta se me instaló en mi mente e hizo lo suyo a lo largo de los meses siguientes.

¿Cómo “NO HACER”?

Una propuesta dada por los holandeses se denomina NIKSEN, el arte de no hacer nada.

¿Por qué esta propuesta?

En respuesta a las consecuencias de la sobreocupación y al hiperconsumo de la tecnología.

Trastornos de ansiedad, burnout (síndrome de desgaste profesional) y otras enfermedades relacionadas con el estrés.

¿Qué es exactamente NIKSEN?

El poder de la pausa

Tomar un descanso calculado y consciente para permitir a la mente vagar sin pensar en términos de resultados. Solo estar. Estar presentes en el presente. Sin más. Y ahí es donde se producirá el milagro en donde la mente buscará sus propios estímulos. Y se nos revelará inesperada y sorprendente.

No en vano, Aristóteles decía que el asombro es la puerta a la filosofía.

Considerando que la antesala del asombro es el aburrimiento, ese momento en el que sin fijarnos en nada de repente nos fijamos en algo que nos asombra, palabra que en su etimología significa sacar de las sombras. Eso es, el no hacer nada. Una preparación para sacudirnos de encima las sombras del interminable hacer. 

Sandi Mann, una psicóloga de la Universidad de Lancashire Central, en el Reino Unido, estudia la relación entre el soñar despierto, un efecto inevitable de la inactividad y la creatividad. “Nos vuelve literalmente más creativos, mejores para solucionar problemas, más capaces de tener ideas originales.” No obstante, para que eso suceda, se necesita una inactividad total. Hay que dejar que la mente busque sus propios estímulos, explica Mann. Aunque los efectos casi inmediatos del ocio premeditado no sólo se ven sobre nuestra capacidad creativa, también sobre nuestra facilidad para relajarnos, dormir y disfrutar actividades en general.

En 2019 el Índice Calidad de Vida de la OCDE situaba a Holanda como el país con mejor armonía entre trabajo y vida, por encima incluso de los países escandinavos. “Solo se consigue estar sano, ser feliz y creativo al asignar algo de tiempo a calmar las cosas, tomarse un descanso y, lo más importante, cuidar de uno mismo. Aquí es donde el niksen entra en juego”, asegura Annette Lavrijsen en su obra, que incluso incluye un manifiesto que defiende esta práctica.

Manifiesto

1      Voy a hacer del no hacer nada una prioridad, porque sé que eso me volverá más productivo, más creativo y, sobre todo, alguien más sano y más feliz.

2     Voy a permitirme no hacer nada, aunque eso signifique no ser productivo o parecer antisocial. Ignoraré a cualquiera, ya sea un amigo, un compañero de trabajo o a mi crítico interior, que diga que no hacer nada es sinónimo de pereza, inutilidad o egoísmo.

3     Sacaré algo de tiempo cada día para no hacer nada, poniendo límites saludables que abran ventanas de tiempo y oportunidad tanto en mi agenda como en mi mente, así como a través de una mejor gestión de mis horas.

4     Haré de esos momentos de nada en absoluto una parte integral de mi vida, tanto profesional como privada, recibiendo de buen grado el potencial de cambio del niksen.

5    Haré del no hacer nada un hábito para toda la vida, dedicando el tiempo a la relajación activa y pasiva y a las actividades sin objetivo, lo que permitirá que mi mente se suelte y divague.

La autora Carolien Janssen en su libro “Niksen: The Dutch Art Of Doing Nothing” (“Niksen: el arte holandés de no hacer nada “) define el Niksen como similar a la atención plena, solo que no se necesita nada especial para no hacer nada. Es un concepto que ayuda a priorizar la salud y el bienestar de uno mismo. 

Cuando alcanzamos el bienestar somos capaces de evolucionar, y cuando algo evoluciona, evoluciona también todo lo que le rodea.

El mundo que hemos creado es un proceso de nuestro pensamiento.

No se puede cambiar sin cambiar nuestra forma de pensar.
A.Einstein

Para contactarte con Gabriela

Instagram: @gabrielavilacoach 

https://www.instagram.com/gabrielavilacoach/

WhatsApp: 221 5924625

Correo: [email protected]

Referencias: 

https://www.cuerpomente.com/psicologia/niksen-beneficios-de-aburrimiento-y-hacer-nada_6586

https://www.cinconoticias.com/niksen-no-hacer-nada/

https://www.lavanguardia.com/vivo/lifestyle/20210307/6262802/niksen-arte-holandes-no-hacer-nada.html

https://www.cronista.com/clase/trendy/Que-es-el-niksen-el-arte-de-no-hacer-nada-que-te-vuelve-mas-creativo-y-productivo-20190805-0004.html/

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