En una entrevista a corazón abierto con Héctor Maugeri para +Caras (Caras TV), Susú Pecoraro habló sin filtro sobre su infancia: cómo fue y qué recuerda de sus padres. La actriz, consagrada por su papel en "Camila", compartió detalles íntimos y desconocidos de su niñez, marcada profundamente por el arte y el amor familiar.
“Para hablar de mi vida hoy, tengo que hablar de mi infancia”, aseguró. “Mi vida y mi infancia tienen mucho que ver con lo que soy. Para mí, la infancia es todo”. Con esa frase, Susú dejó claro que su presente no se entiende sin aquel pasado lleno de creatividad y juegos.
La infancia de Susú Pecoraro
Nacida en Buenos Aires el 4 de diciembre de 1953, Pecoraro estudió en el Conservatorio de Arte Dramático entre 1970 y 1975. Debutó en cine en 1978 con Allá lejos y hace tiempo, pero fue en 1984 cuando se convirtió en un ícono gracias a Camila, el film de María Luisa Bemberg basado en la historia real de Camila O'Gorman. Esa película no solo la catapultó a la fama, sino que también marcó un antes y un después en su vida.
Sin embargo, su camino como artista comenzó mucho antes. “Mi padre pintaba, era dibujante, hacía historietas para el Diario Crítica. Mi madre todo lo que tocaba era magia. Después fue actriz, incluso hizo teatro con mis amigos del Conservatorio”. La semilla del arte germinó en casa, con una familia que cultivó su sensibilidad e imaginación.

“Mi vida tenía que ver con mis libritos. Yo dibujaba mis propias historietas que se llamaban ‘La pequeña Susú’, plagiaba a La Pequeña Lulú”, contó con humor. En ese universo lúdico, ella se creía escritora: “En ese mundo que yo me armaba, pensaba que era escritora”.
También recordó cómo compartía ese impulso creativo con su amigo Antonio Gasalla: “Con Gasalla hablamos de eso y me dijo ‘Vos hacías lo mismo que hacía yo’”. Además reveló que, durante su niñez —y en la actualidad—, tenía una mesa de estudio “con todo lo que me gustaba: libros, telas para los personajes, historietas, golosinas. Era un lugar único y creativo”.

Ese rincón era, nada más y nada menos, que un teatro, su teatro. “Lo cubría como una carpa y me armaba mi teatro. Hacía teatro con títeres y animaba fiestas infantiles. Los títeres los hacía con mi mamá. Era payaso”. Asimismo, su padre le construyó un teatro de madera. “Era divino, casi de verdad”, afirmó emocionada.
En +Caras, Susú Pecoraro recordó sin filtro su infancia y la influencia de sus padres. Su testimonio no solo emociona, deja claro que su vocación por el arte nació desde su niñez. “Hoy en día soy igual”, concluyó.

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