En el vasto archivo de momentos televisivos inolvidables protagonizados por Susana Giménez, pocos son tan emblemáticos y queridos como aquel en el que, en 1993, la diva popularizó la frase: “¿Vivo?” al hablar de un dinosaurio. Una simple pregunta, cargada de la espontaneidad que caracteriza a la conductora, bastó para convertir un segmento de su programa en un clásico eterno de la televisión argentina.
El episodio ocurrió durante una entrevista con Daisy Krieger Vasena de Chopitea, quien en ese momento promocionaba una exposición organizada por la Cooperadora de Acción Social (COAS). Entre los atractivos del evento, mencionó que habían traído “un dinosaurio de la Patagonia”. Fue entonces cuando Susana, con una mezcla de genuina curiosidad y un toque de ingenuidad, lanzó la célebre pregunta: “¿En serio? ¿Vivo?”.
La respuesta de Krieger Vasena, rápida e ingeniosa, selló el momento con un toque de humor: “Esperemos que no”. La reacción en el estudio fue inmediata, entre risas y miradas cómplices, mientras Susana trataba de defenderse. La escena, lejos de pasar desapercibida, se transformó en un instante que los televidentes recuerdan con cariño y diversión.
Entre burlas y justificaciones: el carisma de Susana
Después de un corte, Susana regresó al aire dispuesta a enfrentar las risas de su equipo y del público. “Por supuesto que está todo el estudio burlándose de mí, pero no me importa”, comentó, fiel a su estilo desenfadado. Pero no quedó ahí. Decidida a justificar su comentario, agregó: “Se encontró un huevo de dinosaurio y un chico lo vendió en dos millones de dólares, para que sepan”.
El intento de la diva por defenderse solo provocó más carcajadas. “No me hablen más. Soy naif”, concluyó, dejando en claro que, aunque era consciente de su error, no iba a permitir que la broma la afectara. Esa autenticidad, esa capacidad de reírse de sí misma, es quizás lo que ha mantenido a Susana como una figura querida por generaciones.
El video de aquel segmento no tardó en convertirse en un objeto de culto, circulando primero entre los televidentes y más tarde en las redes sociales como uno de los mejores "souvenirs" de las ocurrencias de Susana Giménez. La frase de la diva quedó grabada en la memoria colectiva, siendo usada en memes, remixes y hasta en conversaciones cotidianas como sinónimo de ingenuidad divertida.
A lo largo de los años, Susana ha acumulado una colección de momentos igualmente desopilantes, pero este episodio con el dinosaurio ocupa un lugar especial en el corazón de sus seguidores.
VO