Redactora especial
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Karilopez77
Gustavo Bassani se había hecho una promesa: “Si a los 40 no hago algo que rompa, me dedico a otra cosa, porque ya era doloroso. No me elegían en un casting para una gaseosa y me ponía mal. Tenía cuentas que pagar. Tuve épocas bravas, en las que me alcanza justo para comprar lo que comía en el día. Pero eso también te templa”, confiesa el actor que sorprendió en “Iosi, el espía arrepentido”, la exitosa serie de Prime Video que lo tiene como protagonista y que el 27 de octubre estrenó su 2da temporada en 240 países.
Y es que a Bassani, actor con trayectoria en teatro y publicidad (también fue asistente de dirección de su maestro, Santiago Doria) todavía no le llegaba ese personaje soñado, consagratorio. Fue entonces cuando, casi sobre el límite que se había impuesto, el destino finalmente le trajo su primer protagónico, el que lo lanzó a la popularidad.
El actor encarna a un agente de inteligencia que se infiltra en la comunidad judía para recopilar información que, después, y aparentemente, será utilizada para los atentados contra la Embajada de Israel (1992) y la AMIA (1994).
“Se me acercan con mucho cariño los colegas, reconocen que son fans de la serie y eso lo vivo con mucha alegría. Y en la calle me saludan con mucho respeto. Me dicen que tengo una cara rara, nueva. Creo que eso funcionó muy bien para la serie”, afirma Gustavo.
“Estudié Ciencias Políticas dos años en la UBA, pero dejé. Después trabajé en turismo hasta 2010, mientras me formaba como actor. Fui parte de obras de teatro y trabajé mucho en publicidad, que te da trainning ante las cámaras si lo aprovechás”, agrega el actor.
Bassani contó cómo se preparó para el exigente rol y cómo fue su infancia en el campo.
“Lo que me interesaba era que mi personaje no fuera el típico espía capo, al que le sale todo bien. Había que mostrar de qué se estaba arrepintiendo. Mostrar su humanidad. Me enfoque en mostrar cómo este tipo estaba roto y cómo lo usaron. Su conflicto interno. Estudié mucho la historia del pueblo judío”, detalla Gustavo Bassani.
“No había tenido contacto con la comunidad porque viví en un pueblo, en Tristán Suárez (lo hizo hasta sus 20 años) Teníamos chanchos, ovejas, cabras, caballos y yo los cuidaba, les daba de comer. Había que juntar los huevos de las gallinas. Somos cinco hermanos. Fue una infancia muy divertida. Íbamos en sulky al colegio cuando llovía. Soy muy casero y creo que tiene que ver con esa vida. Estábamos alejados del centro del pueblo, que ahora es una ciudad. Lo digo porque si no, se enojan (sonríe) Me acuerdo que cuando mis padres decidieron volver a capital, a Belgrano, yo no quería venir”, asegura el actor con humor.
“Es un personaje del que estoy muy orgulloso, porque me gusta lo que veo y porque vino con mucho sacrificio. Pude mostrar lo que quería mostrar”, dice Bassani, quien desde hace 10 años está en pareja con Johana Copes, talentosa bailarina de tango e hija del recordado maestro Juan Carlos Copes.
“Johana viaja mucho y siempre la acompaño porque también me gusta viajar. En general nos reciben en casas. Compartimos esas ganas de viajar. Pero no bailo tango. Soy un poco vagoneta. Ella tiene su mundo y yo el mio. La acompañó a las milongas pero no bailo, tomo vino (risas)”, cuenta Gustavo. “¿Qué se viene? Termino el año con una película que vamos a hacer con Daniel Burman (creador de la serie Iosi) Empezamos a filmar en noviembre. Así que finalizo el 2023 con trabajo, que es una bendición hoy por hoy”, concluye el actor revelación y ganador, en 2022, del Premio Cóndor de Plata a Mejor actor protagonista en drama.
Producción: Alicia Blanco.
Fotos: Ernesto Pages/Perfil.
Agradecimientos: Anticuario Gabriel del Campo @gabrieldelcampoanticuario. Peinó y maquilló @davidduquesne.ok