Barbie Vélez, la hija de Nazarena Vélez, supo construir una carrera multifacética que va más allá de su apellido. En 2020, en una entrevista, declaró que su trabajo principal eran las redes sociales, y lo cierto es que, cinco años más tarde, esa afirmación sigue vigente. Aunque actualmente forma parte de “Suspendan la boda”, la obra teatral producida por su madre, también se dedica a generar contenido para diversas marcas con las que colabora de forma continua, consolidándose como una influencer con una comunidad fiel.
Pero el escenario y las redes no son sus únicas fuentes de ingresos. En los últimos años, Barbie expandió su universo profesional y apostó por el emprendedurismo con una marca propia de cosmética, Doble B, que comercializa productos como cremas corporales y body splashes. Con una estética minimalista y moderna, la propuesta está enfocada en el cuidado personal y representa otro canal en el que canaliza su identidad y crecimiento personal.

Lejos de los medios, de qué vive Barbie, la hija de Nazarena Vélez: "Me tocó crecer de golpe"
Hoy, con 31 años, Barbie Vélez transita un presente muy distinto al que vivía cuando acompañaba a Nazarena Vélez a los estudios de televisión o se enfrentaba a los flashes de los eventos. El paso del tiempo, la maternidad y sus decisiones laborales la alejaron del ruido mediático y la acercaron a un equilibrio donde la exposición es medida y su foco está puesto en la familia, el teatro, las redes y su flamante emprendimiento.
“Crecí de golpe. Hoy me siento mucho más madura y tengo bien en claro lo que quiero”, había declarado en 2020, cuando tenía 26 años. Esa madurez se refleja hoy en cada paso que da. Casada con Lucas Rodríguez, a quien definió como “alguien que llegó en el momento en el que tenía que llegar”, y madre de Salvador, la influencer disfruta de una etapa en la que prioriza su bienestar, su rol como mamá y la posibilidad de seguir trabajando desde casa, algo que valora profundamente.

En esa misma entrevista, Barbie también hablaba de cómo su cambio interno la ayudó a superar inseguridades que antes la paralizaban: “Hoy en día mi trabajo prioritario es en las redes y si hubiese seguido con el pensamiento de hace seis años (sobre su inseguridad con el cuerpo y los comentarios que le llegaban), no podría dedicarme a esto porque cada comentario derivaría en un llamado al psicólogo o una crisis de llanto”, confesaba entonces. La aceptación personal fue clave para desarrollarse como creadora de contenido y referente de belleza real.
Doble B, su marca personal, refleja esa filosofía. Con un enfoque en el autocuidado, los productos están pensados para ofrecer experiencias sensoriales cotidianas, como un perfume suave o una textura agradable, y ya tienen una comunidad que los elige. Desde sus redes, Barbie no solo promociona la línea, sino que también interactúa con su audiencia, comparte momentos familiares y colabora con otras firmas que confían en su llegada y autenticidad.

Sin buscar titulares ni alimentar polémicas, Barbie Vélez encontró su lugar. Siempre acompañada por el respaldo de Nazarena Vélez, supo reinventarse y elegir una vida más tranquila, pero igual de activa, construida en base a decisiones firmes, trabajo constante y una identidad profesional que va mucho más allá de lo que alguna vez mostró la televisión.
MVB

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