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Cuando inicia junio, millones de personas alrededor del mundo se unen para celebrar el Mes del Orgullo LGBTIQ+, luego de años de lucha para superar los prejuicios y ser aceptados por quienes son. Hoy también se cumplen 23 años del fallecimiento de Cris Miró, la primera mujer trans que rompió con los estereotipos y se convirtió en la gran vedette del Teatro Maipo. Recordamos la historia de la figura emblemática de los ‘90.
Cris Miró nació en el barrio de Belgrano en septiembre de 1965. Al terminar sus estudios secundarios comenzó a estudiar odontología en la Universidad de Buenos Aires y en paralelo tomó clases de baile en la academia de Julio Bocca, luego con Maximiliano Guerra y más tarde actuación con Alejandra Boero. Al siguiente año formó parte del elenco de la película “Dios los cría (un ámbito familiar)” y luego interpretó a la Mujer Rata en “La Peste”. Estaba por irse a España a probar suerte, cuando el productor Lino Patalano la llamó para sumarse al espectáculo “Viva La Revista” en el Teatro Maipo.
“A pesar de que nací con un determinado sexo que hace que tenga documentos con nombre y género de hombre, lo más importante es lo que yo siento. Yo soy una sola persona, y eso es lo que a mí me importa. Eso de los opuestos lo ven los demás, yo lo vivo de una sola manera” fueron las palabras de Cris Miró en una entrevista.
Desde 1995 su popularidad no paró de crecer. Aunque su irrupción en el mundo del espectáculo fue breve y fugaz, alcanzó para abrir una brecha y marcar el camino de muchas de sus compañeras. Gracias a su imponente figura e histrionismo, fue elegida como La Vedette del Año 1995.
En 1997 Cris tuvo que dejar las funciones en la Costa Atlántica Argentina para realizarse chequeos médicos. Luego de ciertas presentaciones en la disco La Diosa, su última actividad fue la grabación de un piloto para la TV por cable, titulado La Polvera. A comienzos de 1999, mientras hacía un unipersonal junto a dos bailarines, la vedette sufrió una inflamación lumbar provocada por un mal movimiento. Su salud no estaba bien y comenzó a preocuparse.
El 20 de mayo de 1999, Cris Miró entró caminando al Sanatorio Santa Isabel, en el barrio de Caballito para internarse por tercera vez en menos de seis meses. Tenía fiebre, alergia, fuertes dolores en el pecho y casi no podía hablar. Con apenas 31 años pasó los últimos días de su vida postrada en la cama de una habitación privada en compañía de su mamá. El martes 1º de junio de 1999 su cuerpo entró en estado de coma irreversible, falleciendo a las 14:10.
En la actualidad su retrato, realizado por Gianni Mestichelli, forma parte de la exposición de retratos fotográficos “Iconos Argentinos” en el Museo de la Casa Rosada.
FF
