jueves 25 de abril del 2024
EMPRESAS Y POLíTICA 25-01-2020 22:06

Conocé a Inés Arrondo, la exleona y flamante secretaria de Deportes

La exjugadora de hockey sobre césped confesó: "Alberto Fernández me honró al elegirme". Galería de fotosGalería de fotos

Esta historia no es reciente. Comenzó en un barrio de Mar del Plata llamado Caisamar, cuando una chiquita de seis años jugaba en una plaza y no dejaba de correr. Después, Inés Arrondo (42) seguiría corriendo: haciendo primero tenis y después hockey. Surgida en el club Universitario de Mardel y adoptada a nivel metropolitano por Saint Catherine’s, desarrolló una carrera deportiva brillante. Representó a la Selección Argentina de hockey sobre césped entre 1997 y 2005. Además del título mundial de Perth 2002, fue doble medallista olímpica (Plata en Sydney 2000 y Bronce en Atenas 2004), obtuvo medallas doradas panamericanas en Winnipeg 99 y Santo Domingo 2003; además del Champions Trophy 2001. En 2004 disputó su último torneo con la selección en el Champions Trophy jugado en Rosario, obteniendo el tercer puesto: jugó estando embarazada. “Mi primer hijo tiene cuatro partidos internacionales. Había quedado embarazada antes de ir al Champions de Australia 2005, pero no lo sabía. Yo estaba hecha un avión en ese torneo. Se ve que las hormonas juegan una parte importante en la preparación física. Si me hubiera tocado el doping me hubiese enterado del embarazo en la otra parte del mundo”, contó quien está en pareja con Juan (42) desde hace 14 años, y con quien comparte dos hijos: Julián (13) y Camilo (7). 

   Dueña de una garra impresionante, la delantera de la primera generación de Las Leonas diseñó el logo de ese equipo. Fue durante los Juegos Olímpicos de Sydney, cuando a ese grupo de jugadoras todavía solo se lo conocía como Seleccionado Femenino de Hockey. Buscaban un apodo como el que tenía los rugbiers con Los Pumas y encontraron en Las Leonas el sentimiento de pertenencia que buscaban. Así nació esa “leona dorada” en el pecho con la que llegaron hasta la final.

   Hoy, Inés Arrondo se acaba de convertir en la primera mujer Secretaria de Deportes, área del Ministerio que tendrá como titular a Matías Lammens. En ese rol, Arrondo recibe a CARAS en el despacho oficial que tiene en el Cenard. En el mismo lugar al que llegó en los noventa cuando ingresó en su bicicleta. Hacía poco que se había instalado en la ciudad de Buenos Aires con el sueño de estudiar educación física. Ahora “Ney” nos recibe como funcionaria del deporte nacional. “Es una recontra buena etapa y es parte de un correlato que se encadena con las anteriores etapas de mi vida”, dice, recordando otras experiencias que le otorgaron un “expertise” que trascendió su rol de jugadora. Al dejar de jugar, se involucró con la escuela del Ente Municipal de Deportes y Recreación del Partido de General Pueyrredón (Emder); y entre 2010 y 2017 coordinó un programa de la Secretaría de Deportes marplatense, orientada al crecimiento de 15 barrios. En 2017, fue candidata a senadora bonaerense por el frente “Cumplir”, la fuerza política creada por Florencio Randazzo, donde Alberto Fernández era Jefe de Campaña.“Ser la primera mujer Secretaria de Deportes de la Nación tiene un significado especial para todas las mujeres. Porque no soy yo sola la que está ocupando este lugar, sino que es una lucha de todas por tener las mismas posibilidades de participar, y de ocupar espacios de toma de decisiones. Es un desafío extra por el hecho de ser mujer, justamente por cómo están expuestas las estructuras sociales. Todavía falta mucho por cambiar. Sobre todo en comisiones directivas de los clubes y espacios dirigenciales, la mujer está muy postergada”, dice la funcionaria que se define feminista.

   Cuando se le consulta qué ventaja le da en su nuevo cargo, haber sido una Leona, afirma: “El deporte forja nuestro carácter. Gracias al hockey fui parte de infinidad de equipos a lo largo de toda mi carrera. Tuve que ejercitar las capacidades de convivencia, y de poder llevar adelante objetivos comunes. En ese sentido, el deporte es una herramienta que enriquece a la persona. Me sirve para formar mis equipos en este nuevo rol, también en cuanto a la disciplina y la sistematización. En el deporte uno aprende a hacer mil intentos, y se entrena para que las cosas se den de la forma que tengan que ser en el momento adecuado. En ese sentido, el deporte es un gran formador”, agrega.

   Inés confiesa que su pasión por la política se fue construyendo de a poco. “Hubo momentos particulares en mi vida que me dejaron en evidencia lo que representa la política para las grandes transformaciones. Uno de esos momentos fue la crisis del 2000-2001, que fue el mismo momento en que  surgimos como ‘Leonas’. Nosotras estábamos en pleno éxito pero sin dejar de convivir con la realidad adversa de la Argentina, que se vivía en la familia, en los vínculos. Eso fue una evidencia de lo que no tiene que pasar. Y luego, los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández  me hicieron, de alguna manera, nacer en la política. Y descubrí lo importante que es para un cambio positivo. Con el cambio de gobierno en 2015, ya siendo parte de la gestión pública en Mar del Plata, fue el momento de ruptura. Sentí la necesidad de involucrarme”, explica.

    —¿Cómo le propusieron ser la nueva Secretaria de Deportes?

   —Estaba en mi casa doblando ropa y me mandan un WhatsApp: era Alberto. Después me llamó y me convocó a su búnker de Puerto Madero (en Encarnación Ezcurra 365), para charlar personalmente. Fui y me contó lo que tenía pensado, cuál era el lugar que quería que ocupara, pero además lo que deseaba para el deporte nacional: darle la importancia de lo que representa para el desarrollo humano.

   —¿De qué manera tomó el nombramiento?

   —Le estoy muy agradecida a Alberto porque es un gran reconocimiento hacia mí. Para mí en especial, pero también para las mujeres en general.

   —¿Qué piensa del Presidente de la Nación?

   —Es una persona con un sentido humano enorme, creo que es lo que más me llama la atención de él. Uno siente que puede hablar con un dirigente de la trayectoria que tiene Alberto, con el recorrido enorme que posee, pero que primero está hablando con una persona. Por eso, su parte humana es la que más destaco. Va a ser un excelente presidente.

   —¿Cómo reaccionaron sus hijos?

   —Los chicos ya conviven con el hecho de que su mamá haya sido Leona y referente del deporte.

   —Usted en la cancha se caracterizaba por su garra... ¿Es la misma que manifestará en la gestión?

   —En el equipo todas nos destacábamos por la garra, sino no llegábamos ni a la esquina (Risas). Garra tenemos todas las mujeres. En este rol una tiene que tener la capacidad de interpretar cuáles son las estrategias para lograr los objetivos en las planificaciones que nos planteamos. De alguna manera, el deporte es un ordenador, porque se plantea objetivos y hace todo el recorrido para intentar lograrlos. A veces esas metas se logran y otras veces no. Pero también es importante tenerlas como utopías, que sean sueños que nos impulsen a la acción. Uno tiene una expectativa muy grande, un deseo muy fuerte de que esas grandes transformaciones del deporte nacional sucedan. Pero hay que hacer todo un recorrido para que sean realidad.

   —¿Qué impronta sueña para su gestión?

   —Para mí, el tema de la participación de las mujeres en el deporte es sin duda un eje de gestión. Por muchas barreras, algunas netamente deportivas, y otras sociales y culturales. En ese entretejido nosotros tenemos que actuar junto con otras organizaciones y áreas del gobierno. Con Educación, con Salud… Para poder lograr cambiar ese paradigma. Eso es lo que pretendemos.

   —¿Se sigue juntando con sus compañeras a jugar al hockey?

   —Cada tanto nos juntamos, sí. Pero veo el entrenamiento que ahora hacen las chicas y no puedo creer que yo en algún momento hacía eso. Lo mío ahora pasó a ser actividad física tres veces por semana, también por un tema de salud emocional. Hago acondicionamiento físico. Cuando se arma algún torneo de hockey de mayores, jugamos con mis amigas de la adolescencia. Con Las Leonas de mi generación nos seguimos viendo, hace poco vino a mi despacho Ayelén Stepnik, ex Leona de Rosario, y con todas tenemos un grupo de WhatsApp que se llama “Vintage”, porque no pasamos de moda (Risas).

   —¿Cómo fue que diseñó el logo de Las Leonas?

   —El logo lo creamos entre todas. Me lo adjudican a mí porque yo lo dibujé, pero lo hice porque del grupo era yo a quien le gustaba dibujar. Pero la realidad es que ese es un símbolo del equipo, era lo que sentíamos que representábamos.

   —Además tuvo la posibilidad de jugar con Luciana Aymar, un ícono del deporte...

   —Con ‘Lucha’ hicimos toda la carrera juntas. Ella fue elegida ocho veces como Mejor Jugadora del Mundo. ¡Una carrera brillante! Es un honor haber sido su compañera y que ella sea argentina.

   —Todas ustedes se convirtieron en grandes referentes...

   —Siempre decimos que ser referente para las generaciones posteriores es la medalla más importante que ganamos. Haber hecho popular nuestro deporte, que se transforme en una herramienta para volcar a miles de niñas y mujeres, a lo largo y ancho del país, a hacer deporte. Y lo que representan Las Leonas como equipo, como grupo de mujeres             reunidas y empujando todas para el mismo lado. Ahora se cumplen 20 años del surgimiento de Las Leonas como símbolo, en aquel Sydney 2000. Nunca pensamos que iba a tener un impacto tan grande. Si me preguntabas cuando estábamos decidiendo cómo llamarnos, si pensábamos que íbamos a ponerle a nuestro equipo Las Leonas y que después significaría lo que significó... ¡Ni lo imaginábamos! Nosotras solo necesitábamos tener un nombre propio de lo que sentíamos que representábamos todas juntas. En lo personal triunfé con el hockey. Y ahora soy la primera Secretaria de Deportes mujer. Es una gran responsabilidad. Estoy muy feliz y agradecida.

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