Se ganó la fama de ser el oráculo de la política a partir de tuits que anticiparon resultados y generaron fracturas en ambas orillas de la Grieta. De un lado, “corazón” y del otro, “riñón”, dieron forma a esta Luciana Salazar (39) que eclipsó a analistas y periodistas a base de información fidedigna y primicias periodísticas. ¿Información, operación o tuits rentados? El debate interminable acerca de la intencionalidad de su munición informativa llegó a la Justicia, cuando “Luli” se autodenunció pidiendo que se cité a declarar a Cinthia Fernández y Carla Czudnowsky por decir que la actriz “cobraba” por sus posteos. En el medio, una participación estelar en el “Bailando 2019”, un rumor de romance con el gobernador de Chubut, Mariano Arcioni, y la filtración de fotos junto a su ex, Martín Redrado (58), y su hija Matilda (1), en modo “postal familiar”.
—¿Usted filtró las fotos junto a Martín Redrado y su hija Matilda?
—(Risas) Imposible, ¿Cómo voy a filtrar mis propias fotos si ni siquiera sabía de la existencia de esto? Me desayuné con ese tuit que me enviaron, que incluso se lo mandé también a Martín el domingo, Día de la Madre, para ver si era verdad o no, y ninguno de los dos estaba al tanto.
—¿Qué le sucedió cuando las fotos se hicieron públicas?
—Como no sabía de la existencia, dudaba si eran reales. Al día siguiente, se publicaron. Fue un lío porque yo estaba grabando el programa de Marcelo Tinelli, de hecho, vos fuiste el primero que me escribió para consultarme. Estaba sentada al aire y me entró una catarata de mensajes preguntándome. Le escribí a Marcelo Polino para ver si él sabía algo, mientras me aguantaba las ganas de llorar. Cuando terminamos de grabar, me acerqué a Polino y me quebré. Marcelo también me vio llorar y me preguntó qué me pasaba junto con Fede Hoppe. Les conté por arriba porque estaba muy mal. Fue un balde de agua fría porque no me esperaba esa situación.
—¿Qué significan esas fotos?
—Son dos fotos de dos situaciones diferentes, una de hace un mes y la otra de un poco más atrás. Me llamó la atención quién me la podría haber sacado.
—¿Piensa hacer una denuncia por extorsión o invasión a su intimidad?
—Es que nadie me extorsionó porque no me pidieron nada a cambio, sólo me avisaron que tenían fotos mías con mi ex. Fue un “te la mando a guardar”. Por otro lado estoy dentro de mi Barrio Privado, no fue adentro de mi casa. No sé quién pudo ser.
—¿En qué circunstancias fueron tomadas esas imágenes?
—Fui muy cauta todo este tiempo, de hecho cuando me preguntaban por Martín siempre dije que tenemos una buena relación. Pero ante la repregunta, decía que de ese tema prefería no hablar.
—En la última entrevista con CARAS, usted dijo que si Redrado estaba en pareja no vería más a Matilda...
—¿Cuándo fue esa nota?
—El año pasado.
—El tema que hayan salido a la luz esas fotos trajo aparejado otro tema que estamos manejando con abogados. Pero prefiero no hablar de eso porque está mi hija en el medio. Lo que puedo decir es que se destaparon otras cosas.
—¿Esa foto de los tres juntos sería posible hoy?
—No le pondría ese título. Tiene que ver con otra cosa que involucra a mi hija, de una situación que no está buena, entonces por eso lo están manejando los abogados.
—¿Es Martín el padre de Matilda?
—A ver, yo lo dije en CARAS, no voy a volver al mismo tema, lo expliqué 20 mil veces. No tenemos por qué estar explicándolo de nuevo.
—¿Quién es el padre entonces?
—Para mí Matilda no tiene padre. No hay padre.
—¿Es un donante anónimo?
—Sí. Volver al mismo tema y explicarlo una vez más, no tiene sentido. El que me quiere creer que me crea y el que no, no. La gente cree en lo que quiere creer. Es un donante anónimo, nada más.
—Luis Ventura dijo que Redrado es el padre biológico...
—Ya dije cómo era desde el día 1 la situación. Si la gente quiere opinar otra cosa está en su derecho. Pero les importa un comino mi palabra.
—A veces una imagen vale más que mil palabras, esa foto muestra un vínculo de afecto entre su ex y Matilda...
—Hay cosas que forman parte de mi vida privada que no tengo por qué contarlas o por lo menos las contaré cuando yo quiera contarlas, y no cuando me lo pidan. Lo haré cuando sea conveniente. No me interesa hablar ahora de este tema, está mi hija en el medio y estamos tratando de solucionar un tema que para mi es muy fuerte. Lo están manejando abogados; no importa qué. No voy a ahondar más en el tema.