Pequeña Victoria, la nueva apuesta de Telefe que cuenta la historia de un nacimiento por subrogación de vientre en nuestro país, empezó este lunes. Tras el debut, Marisal Brel, quien se convirtió en madre de Timoteo por el mismo método, salió a criticar a la ficción.
La periodista, que hizo todo el proceso en Estados Unidos, opinó de la tira: "El mensaje que se le deja a la sociedad es importante, la vi ayer, para ver cómo se manejaba el tema, y la verdad que me resulta fuerte, no creo que la siga viendo. Había muchas cosas de información que estaban mal".
"Celebro que se toquen temas para que se naturalicen y desmitificar cuestiones, pero imaginate que si estoy desesperada por tener un hijo y voy a subrogar un vientre y veo en la novela que el contrato se puede deshacer, me da un miedo mortal", expresó en un mano a mano con el programa radial "Por si las moscas".
Por otro lado, Brel reveló que no le gustó la novela: "Una mujer para ser mamá subrogante le hacen una batería de exámenes de cuerpo, de salud, psicológicos y psiquiátricos porque es muy fuerte gestar un hijo que no es tuyo. La madre no es una clienta, eso me hacía doler el estómago, es un tema muy sensible este".
"Yo hice un montón de exámenes para quedar embarazada, intenté adoptar antes, en Haití, en Argentina y por último descubrí un médico que en Estados Unidos me dejaba alquilar un vientre por ley. Querer tener un hijo y no poder tenerlo de forma natural es desgarrador", aseguró.
Para finalizar, Marisa tomó posición ante las mujeres que deciden ser "Madre canguro": "Si no tienen una motivación más fuerte que el dinero no lo hacen, y en mi caso era una pareja que eran los dos muy religiosos que tenían como misión poder ayudar a una pareja a tener un hijo. Una mujer que no fue madre no puede ser mamá sustituta. Tiene que haber sido mama, sí o sí, porque es psicológico, es muy delicado el tema".