En un nuevo episodio de Divina Comida, los invitados de esta semana comenzaron a profundizar en sus vidas y fue Pía Slapka la que sorprendió a sus colegas con una difícil confesión que hizo que llorara desconsoladamente.
"Para mí la guita es importante, saber que puedo pagar mis cuentas. Lo básico. Como no lo tuve y me costó mucho ganarme lo que tengo, es importante. Yo tuve que mantener a mi mamá, a mi hermano. Arranqué tan tan de abajo que le doy mucha importancia", comenzó diciendo Pía ante la mirada atenta de Cae, Marcelo Polino, Silvina Escudero y José María Muscari.
"Yo iba al colegio doble turno y mis papás no tenían un peso. Y yo me iba a mi casa, porque decía en el colegio que me había olvidado la vianda y era mentira, era que no tenía para comer. Lo digo y lloro. Era re duro. Por eso es tan importante el trabajo", agregó Slapka no pudiendo contener las lágrimas.
Sin querer incomodar a sus compañleros, Pía cerró con una importante reflexión: "En el colegio me iba pésimo. Mi cabeza estaba puesta en otro lugar. Por eso el trabajo para mí es todo. ¡Ay, no quería llorar! Soy cero víctima, saqué un montón de cosas positivas, pero me quedó una marca. A mí cuando me llegó el trabajo, lo abracé. Ahora soy re cuidadosa con el dinero. No despilfarro. Uno tiene que ser muy respetuoso, agradecer y valorar de verdad".