Feliz ante la pronta llegada de su hija, Sabrina Garciarena (36) le contó a CARAS cómo vive las horas previas a su nacimiento. La carita de la beba, a la que llamará Mía, pudo conocerse recientemente y a través de una ecografía que la actriz posteó en su perfil de Instagram. “Estoy en la semana 39 y media. Tenía fecha de parto para el 5 de mayo, pero ya puede nacer en cualquier momento. Ya tuve dos cesáreas así que creo que ahora también será así. Me cuidé quedándome en casa y solo salí dos veces para el control médico y ya me dijeron que no vuelvo hasta el parto. Sé que te piden que te presentes 48 horas antes para hacerte el test del coronavirus”, explicó la actriz, quien ya tiene a dos niños, León (5) y Beltrán (2), de su relación con el periodista Germán Paoloski (45).
“Germán sí va a estar en el parto. Lo diferente es que cuando antes y por lo general los chicos se quedaban en casa con los abuelos o con una tía, esta vez Germán me va a llevar y a estar en el parto, pero luego va a volver para estar con ellos. Porque por el tema de la pandemia tampoco queremos moverlos de un lado para el otro. No queremos exponerlos. Voy a quedar internada sola y él vendrá cuando pueda. La prioridad también son los chicos”, aseguró la actriz de Chekka Buenos Aires, quien tendrá a su heredera en el Sanatorio Otamendi.
“Estoy muy informada pero tampoco me estoy obsesionando con el tema. Confío mucho en Martín Attie, mi obstetra y el médico con el que tuve a León y Beltrán. Sé que los sanatorios están tomando muchas medidas y las maternidades están súper cuidadas”, confesó Sabrina. Para prepararse para el parto, la actriz practica meditación, ejercicios de respiración y camina por su casa. “También hago estiramientos y gimnasia muy tranquila y me gusta escuchar música. Aprovecho que ahora tengo más tiempo y leo o veo series. Estoy, también, cocinando mucho. Y dentro de toda esta situación de aislamiento disfruto a mis hijos, con las tareas del colegio, los juegos, y con estar con ellos todo el día. Eso me tiene contenta, aunque no todo el tiempo se portan bien”, afirmó Garciarena entre risas.
“Tener una nena es algo muy fuerte para mí, porque son seis años desde que nació león de jugar a la pelota, a los autitos, a todo ese tipo de juegos (vuelve a reír) un poco más físicos. No sé cómo va a ser ella pero pensar que viene algo diferente me gusta como experiencia como mamá, para Germán como padre y para sus hermanos varones. Entiendo que una mujer trae otra energía. Yo estoy feliz porque siempre quise tener una hija mujer. Es como cumplir otro sueño más. Estoy feliz desde que me enteré. Y amo a los varones así que de cualquier forma hubiera estado feliz”, se sinceró Sabrina, quien reconoce que el nombre de su hija, Mía, “lo elegí yo. Medio que me impuse, lo mismo cuando elegí león. Me caía ese nombre en la cabeza todo el tiempo. Nunca se fue”.
A este tercer embarazo, dice la actriz, lo transitó “un poco más relajado que el anterior porque León era mucho más demandante. Tenía muchísimas actividades y yo estaba de aquí para allá. No paraba ni un minuto, trabajaba, y sentí que no descansé mucho. Y éste si bien uno está activo, me encuentra más tranquila físicamente. Sí me sentí peor en los primeros meses a diferencia que con los chicos”. Sobre su compañero de vida, solo tiene palabras de elogio.
“Germán es una persona muy buena, muy generosa, atenta con las necesidades de nosotros. Y como papá es espectacular, porque por más que esté cansado o estresado, llega del trabajo y juega con los chicos de igual a igual. Es un niño más, lo da todo digo siempre (risas) Para él son su prioridad y es papá muy amoroso, dulce, dedicado. Por ahí en otros aspectos es más colgado pero con ellos es súper atento y conecta muy bien desde el principio”, detalla Garciarena sobre el conductor. “Creo que al haber trabajado desde muy chico y cumplido muchos sueños, la paternidad lo agarró en un momento muy maduro. Desde que nos conocimos quisimos formar una familia”, reconoció Sabrina.