La Casa Real noruega vive momentos difíciles debido al escándalo de Marius Borg, el hijo de la princesa Mette-Marit. Acusado de múltiples delitos, como robo y vandalismo, este caso no solo ha puesto en jaque a la institución, pues el foco de la realeza se ha dirigido a la princesa Ingrid, la joven heredera.
Este es el plan para salvar a la princesa Ingrid del caso Marius Borg
En un intento por protegerla y asegurar la estabilidad de la monarquía, la Casa Real, junto con el Parlamento noruego, decidió elaborar un plan de salvaguardia que incluye una serie de decisiones estratégicas. En primer lugar, se ha extendido la estancia de Ingrid en el Batallón de Skjold, donde lleva un año en entrenamiento militar.
Esta prolongación no solo aleja a la princesa de cualquier influencia negativa, sino que también le permite reforzar su imagen pública como una figura preparada y responsable. Aunque la versión oficial es que la extensión obedece a una decisión de su instructor, medios como Se og Hør señalaron que esta iniciativa provino de sus padres, preocupados por la cercanía entre Ingrid y su medio hermano Marius.
En paralelo, el Parlamento noruego trabaja en una reforma constitucional que podría posicionar a la princesa Ingrid en un papel de mayor responsabilidad. En una propuesta reciente, los legisladores plantearon modificar el artículo 41 de la Constitución, permitiendo que la royal asuma la regencia en caso de que el rey Harald o el príncipe Haakon no puedan desempeñar sus funciones.
Esta reforma no solo alivia al príncipe Haakon, a quien le resultan cada vez más difíciles los viajes al extranjero debido a su rol y las crecientes responsabilidades que conlleva la salud delicada del rey Harald, sino que también refuerza la posición de la princesa Ingrid en la línea de sucesión. Así, la realeza noruega busca garantizar la estabilidad y credibilidad de la institución en un contexto complejo.
AM
