Conociendo la afición por la lectura que Coco Chanel y Karl Lagerfeld poseían, quizás esta biblioteca de tres pisos en forma circular haya sido un homenaje a para ambos.
Lo cierto es que la serenidad y la calma a la cual nos transporta un libro, ayer por la mañana se hizo presente en el Grand Palais donde el patrón de este debut en la alta costura para Virgine Viard, se repite como en su pasado y primer desfile Prêt-à-Porter como diseñadora creativa para la casa: un mujer de elegancia despreocupada, que lleva una silueta fluida, cómoda y libre con todo el encanto de Chanel.
A pesar de ser un desfile de alta costura, gran parte de los atuendos parecían más de uso diario. Con una impronta moderna, relajada y femenina, preferencia a la cual se vuelca Viard, las formas dominantes fueron siluetas estrechas al cuerpo, zapatos de taco bajo, cuellos tipo mao y abrigos del género icónico de la casa, el tweed.
Pantalones amplios plisados, mangas abuchonadas, polleras voluminosas y trajes entallados que recordaban la esencia de la Maison, formaron parte de una colección despojada de accesorios extravagantes, y en su lugar montones de filas de botones especialmente creados y grandes anteojos con tinte intelectual se adueñaron del espacio.
También algunos bordados y plumas en looks más subidos, pero sin dejar la impronta minimalista y sencilla de un lujo más accesible y moderno que, en definitiva, es la clase de ropa femenina y sencilla que las mujeres de hoy buscan.
El 2019 es para Virginie, sin dudas un año importante en su carrera como la sucesora de talentoso Lagerfeld que revolucionó a la marca y la mantuvo en esplendor por casi 3 décadas.
Es claro que su “savoir faire ”, producto de su experiencia y supervisión de la alta costura junto a Lagerfeld desde en año 1997 se respira. El ambiente de tranquilidad sabia que hoy se percibió en el Grand Palais fue un sutil recordatorio de que este no es su primer rodeo. Pero Karl Lagerfeld ya no existe, y el éxito de la permanencia de Viard en Chanel dependerá en última instancia, no de su capacidad para hacer presentes a su fundadora y a Karl, sino de su propia capacidad, espíritu e impronta personal dentro de Maison.
Por - Malala Artola (@ohlala_malala)