Charlotte Casiraghi vuelve a ser noticia, pero esta vez no por su linaje ni por sus impecables looks en los eventos del Principado de Mónaco. La hija de la princesa Carolina rompió el silencio y habló por primera vez tras su separación del productor Dimitri Rassam, padre de su hijo Balthazar.
En una entrevista íntima y reflexiva concedida al diario británico The Telegraph, la royal habló sobre su ruptura después de cuatro años de matrimonio. Pero lejos del dramatismo, la sobrina del príncipe Alberto eligió hablar de su presente con honestidad, sin perder de vista su faceta más intelectual: la literatura, la filosofía y su búsqueda constante de libertad.
“Leer a mujeres me ayudó a no vivir según expectativas ni juicios”, confesó, dejando entrever cómo su pasión por los libros se transformó en una vía de escape y reconstrucción personal. Es en ese universo literario donde conoció al novelista Nicolas Mathieu, con quien fue fotografiada recientemente en París, desatando rumores sobre un nuevo capítulo sentimental.
El presente de Carlota Casiraghi
Charlotte, madre de dos niños (Raphaël, de su relación con el actor Gad Elmaleh, y Balthazar, fruto de su matrimonio con Rassam), no esquivó las dificultades de conciliar la maternidad con una vida profesional y personal plena. “Cualquier madre trabajadora se siente acosada y desgarrada. Los hombres no lo experimentan igual. Es una lucha constante por tu propio espacio”, declaró. Esta declaración resonó con fuerza en un mundo en el que muchas mujeres aún enfrentan esa dicotomía entre la crianza y el desarrollo individual.
A pesar de ser parte de la familia Grimaldi, Carlota aclara que intenta mantenerse al margen del protocolo real. “Siempre trato de desvincularme de ese estatus. Si lo asumo, es por mi familia, pero genera una presión enorme”, explicó.
Desde Mónaco, donde reside actualmente, sigue organizando sus sesiones sobre literatura y filosofía, al tiempo que se ocupa de sus hijos. En esa rutina, Charlotte encontró un nuevo equilibrio, uno que prioriza el pensamiento crítico, el arte y la introspección por sobre los flashes de la alta sociedad.
Entre libros, charlas intelectuales y la compleja tarea de ser madre, Carlota transita una vida tranquila, y a pesar de sus desencantos amorosos, la hija de Carolina logró sobreponerse y continuar con las actividades que le hacen bien y que forman parte de su trabajo intelectual.
VO