jueves 17 de julio del 2025
REALEZA Hoy 05:45

Por qué Ernesto Augusto no vive con Carolina de Mónaco y qué los mantiene legalmente unidos

Están separados desde hace más de una década, pero siguen casados. El motivo es desconocido por muchos y tiene razones significativas detrás.

 Carolina de Mónaco y Ernesto Augusto
Carolina de Mónaco y Ernesto Augusto | REDES

Carolina de Mónaco y Ernesto Augusto de Hannover llevan más de 15 años haciendo vidas separadas, pero el divorcio entre ellos nunca llegó a concretarse. Aunque desde 2009 no comparten residencia ni apariciones públicas, el matrimonio real continúa vigente en lo legal, lo que ha despertado múltiples especulaciones en el círculo nobiliario europeo.

Su historia comenzó en 1996, cuando la princesa monegasca —hija del príncipe Rainiero III y Grace Kelly— inició una relación con Ernesto, jefe de la Casa de Hannover y descendiente directo de reyes británicos. Se casaron en 1999 en una ceremonia discreta, y un año después nació su única hija en común, Alexandra de Hannover.

 Carolina de Mónaco y Ernesto Augusto
 Carolina de Mónaco y Ernesto Augusto

Por qué Carolina de Mónaco y Ernesto Augusto de Hannover están legalmente unidos

Pero con el paso de los años, la pareja comenzó a distanciarse. La ruptura se hizo definitiva en 2009, cuando decidieron separarse sin firmar nunca el divorcio. Desde entonces, Ernesto rehízo su vida con la española Claudia Stilianopulos, a quien conoció en Ibiza, mientras que Carolina retomó su bajo perfil en Mónaco, dedicada a sus hijos, su nieta y su labor institucional.

Una de las razones por las que la princesa no firma la disolución del matrimonio estaría ligada al título que obtuvo al casarse: princesa consorte de Hannover, un rango que, según los expertos en protocolo, tiene mayor peso que el de princesa de Mónaco, título que ostenta por nacimiento. Ese estatus, que le otorga el tratamiento de "Su Alteza Real", ha sido clave en su presencia en la alta realeza europea.

Carolina de Mónaco y Ernesto Augusto

Además, hay quienes apuntan a motivos económicos. En caso de fallecimiento de Ernesto, Carolina podría heredar parte de su patrimonio, algo que se pondría en juego con un divorcio firmado. Si bien nunca se ha confirmado oficialmente, la prensa internacional sostiene esta hipótesis como una de las más sólidas.

También influyen razones religiosas. Carolina pertenece a la Iglesia Católica, al igual que toda la familia Grimaldi, y esta no reconoce el divorcio como institución válida. Por convicción o por imagen, ese factor también podría estar retrasando una decisión definitiva.

Mientras tanto, Carolina de Mónaco y Ernesto Augusto de Hannover continúan con sus vidas cada uno por su lado, legalmente unidos pero emocionalmente distantes, en una historia donde la corona, la fe y la conveniencia parecen entrelazarse.

 

F.A