Al frente junto a Adrián Pallares de "Intrusos 2021", Rodrigo Lussich vive uno de los mejores momentos de su vida profesional y lleva la conducción de tal manera que sus colegas no paran de elogiarlo por su labor. Ahora hace unos días se quebró y lloró al aire al recordar un momento clave de su vida en 2008.
Se trata de cuando tomó la decisión de mudarse a Mar del Plata y alejarse de los grandes medios porteños. Todo esto volvió a flote con la visita de Francisco Bagnato al piso de a la noche, dado que el histórico conductor de "Gente que busca Gente" se erigió en un eslabón decisivo en esos días de Rodrigo. “Tengo la suerte de conocerlo desde hace más de 10 años cuando fui a Mar del Plata a hacer radio Brisas, descubrí a una persona extraordinaria”, dijo el invitado.
Cuando escuchó esas palabras no pudo contenerse y rompió en llanto en pleno vivo. Tras recuperarse, el periodista explicó el origen de ese estadío de emoción. “Un día fui a Mar del Plata muy perdido personal y profesionalmente a fines del año 2008. Yo quería irme de Buenos Aires por un montón de motivos que no vienen al caso, y necesitaba laburar, no me podía ir allá sin trabajo”, comenzó a contar.
Según Paparazzi.com.ar, para redondear la importancia de la influencia de Bagnato, detalló: “Lo fui a ver a Franco a radio Brisas para pedirle trabajo. Y para mí fue mucho más que un trabajo, me dejó ser su familia, y fue fundacional para un montón de cosas que hoy ven de mi laburo”.
Rodrigo Lussich reveló la escalofriante experiencia paranormal que le salvó la vida
Rodrigo Lussich reveló en el aire de Intrusos una increíble experiencia paranormal que vivió en el pasado.
El periodista contó sobre un suceso que atravesó tiempo atrás que lo llevó a estar cerca de la muerte. "Estaba paseando al perro y noté que un dálmata lo iba a atacar. Crucé la pierna y ese perro me mordió en una vena, empecé a sangrar como una canilla", tiró el conductor.
"Era primavera y tenía un sweter atado en los hombros. No reaccioné, podría haber muerto desangrado ese día. Dios no quiso, ese no era mi día. Hasta que alguien llegó, de la nada, me ató la herida con ese buzo que tenía, que yo no me di cuenta de usar", reveló Lussich ante la mirada atenta de sus compañeros.
"Esa persona me salvó y desapareció. No la volví a ver", aseguró.
FL