Adolfito y Mia Cambiaso campeones en Palermo

Los éxitos siguen acompañándolos, a tal punto que los objetivos se ensanchan y la vara es cada día más alta. Ya no pasa por preguntarse si La Dolfina es o no el mejor equipo actual del polo argentino, sino que la disyuntiva es más temporal: ¿Será el cuarteto de Cañuelas el mejor equipo de la historia? Los números todavía no le dan la razón, y el mismísimo Adolfo Cambiaso (42) aún está a distancia prudencial de ser el máximo ganador de Palermo, torneo que acaba de ganar por decimocuarta vez. “El tiempo va a decir que lugar ocuparemos en la historia. Hasta ahora hemos hecho cosas muy buenas, hemos jugado muy bien y acabamos de ganar el quinto título consecutivo. Es un premio para el gran grupo humano de trabajo que tenemos”, explicó Adolfito, otra vez tan determinante como incisivo en una final del torneo que todos quieren ganar. Además de ser el goleador del partido con ocho goles, Cambiaso fue pura pasión y bravura para apuntalar a sus compañeros en los momentos adversos y en el desconcierto del final, cuando los cuatro goles de ventaja (13 a 9) se esfumaron de golpe y Ellerstina forzó el desempate con gol de oro. Fueron minutos de suma incertidumbre y tensión en el palenque azul y blanco, pero no para Adolfito ni para sus compañeros, que en una gran maniobra colectiva rematada por Juan Martín Nero (36), elegido como el mejor jugador de la final, se alzaron con el 124° Campeonato Argentino Abiertro de Polo HSBC. Y si bien este año no hubo chances de Triple Corona, el pentacampeonato de La Dolfina tendrá su merecido lugar en la historia.

Quienes llegaron temprano el sábado a Palermo se encontraron con otra “perlita” que hace diferente a los Cambiaso. En la cancha 2, la final del 1° Campeonato Argentino Abierto de Polo Femenino consagró campeón a La Dolfina Brava, equipo que capitanea con apenas quince años Mía Cambiaso, la hija de Adolfito y María Vázquez (42). La cercanía del partido con la gran final masculina hizo que ni su padre ni su madre puedan presenciar el partido de Mía, aunque se las arreglaron para verlo por teléfono celular desde la intimidad del palenque. “Fue un día largo para los Cambiaso y para los Fernández Araujo, pero que termina con muchos motivos para festejar”, dijo Adolfito después de que padre e hija ganaran sus respectivas finales ante el mismo rival, Ellerstina. Mía tiene de compañeras a las dos hijas de Milo Fernández Araujo, el DT de La Dolfina, y no titubeó para alzar la copa en la ceremonia de premiación, de la que participaron su abuela, Martina de Estrada, Valeria Mazza y el presidente de la AAP, Eduardo Novillo Astrada. La ausencia justificada de sus padres la suplió con su hermano, “Poroto” (12), que la alentó y corrió a abrazarla ni bien se bajó de la yegua.

Como suele suceder en cada final del abierto argentino, celebrities y poderosos extranjeros fanáticos del polo circularon por las tribunas y la avenida peatonal de Palermo. Eduardo Costantini (separado), Fátima Flores, Zaira Nara con su pareja, Jakob, y su hija, Malaika, Lara Bernasconi con su hijo, Iñaki, el actor Luciano Cáceres, Andrea Bursten y su pareja, Damián Schuchner, Benjamín Alfonso, Marcelo Figueiras y María Laura Leguizamón tambien con su hij o, Alfonso, Andrea Frigerio y Lucas Bocchino, Laura Laprida, Juleta Spina y Augusto Rodríguez Larreta con su baby, Mateo, el ex futbolista Hernán Crespo, Nazareno Casero, Anamá Ferreira y Marcelo Mascaro, y Maru Botana fueron algunas de las caras que disfrutaron del mejor polo del mundo. En el palenque de Dolfina, el millionario norteamericvano Bob Jornayvaz (58), patrón de Cambiaso con su marca Valiente, festejó como un argentino más por el triunfo del que también es “su equipo”. En el de “La Zeta”, Federico Alvarez Castillo se lamentó como todos los allegados a Ellerstina por otra fnal perdida en Palermo, aunque esta vez el consuelo de haber hecho un gran partido no fue menor. Así lo reflejó “Polito” Pieres (31), de excelente torneo (fue el goleador absoluto con 38 conquistas), en su cuenta de Instagram: “...fue nuestro mejor partido! Nos merecíamos ganar, no se dio, La Dolfina es mejor equipo, a seguir trabajando, gracias por el cariño que me dio todo Palermo!” Sus palabras sintetizan esa sensación encontrada de satisfacción por lo hecho y de bronca por no poder ganarle al rival de siempre.

Las alternativas del último chukker, que comenzó con Dolfina tres goles arriba, sembraron la expectativa entre todo el público que colmó las tribunas. En el palenque ganador, las cuatro mujeres de los jugadores, María Vázquez, “Mechi” Venancio, Josefina Aldanondo y la chilena María José Veercellino, no podían con su ansiedad bajo un silencio hermético. María atinó a tomar un té para bajar los decibeles, pero el empate a segundos del final las desconcertó. Por eso el gol de Nero desató una euforia contenida, y ahí sí el sector que da a la Avenida del Libertador fue pura alegria. Los cuatro gladiadores sumaron a sus hijos y mujeres a un festejo íntimo, dentro de la carpa cerrada, con bombos y tamboriles. “Vamos a seguir jugando unos años más”, sentenció Cambiaso, y Nero pidió “que nos sigan aguantando un añito más, por lo menos”. Es que eso de “la leyenda continúa” siempre se lo seguirán tomando muy en serio.

por Carlos Cervetto

M.Fonseca/Perfil.

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