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Eunice Castro: “Me enteré por la revista CARAS que mi marido estaba con Susana Giménez”

La actriz uruguaya recuerda el día en que una tapa de revista le cambió la vida y marcó el final de su matrimonio.

Eunice Castro revivió un día que partió su vida en dos, no hubo sospechas previas, ni charlas tensas, ni señales que anticiparan nada. La noticia apareció en una tapa.Veo la revista en la tele. En Intrusos”, recordó en diálogo con Héctor Maugeri en +CARAS. Estaba en Montevideo, frente al televisor, cuando la imagen se mostró completa, en pantalla: su marido, Jorge Rama, caminando junto a Susana Giménez, sonrientes, en pleno verano argentino. “Me enteré que mi marido estaba con Susana por CARAS. No lo podía creer”.

En ese momento, Eunice estaba casada desde hacía cuatro años. La relación, dice, estaba bien. “No lo creí. No entendía. Estaba totalmente ilusa”. Cuando él llegó a su casa, ella preguntó. Él respondió rápido, casi automático: “Es prensa. Son negocios. Es trabajo”. Pero la frase no alcanzó para tapar lo que ya estaba frente a sus ojos. La verdad había llegado en la forma más pública, directa y brutal posible: una tapa de revista replicada en todos los programas de televisión, también en Uruguay.

Eunice Castro en +CARAS

Eunice Castro: una decisión en un solo día

Lo que vino después no fue una escena dramática. Fue una certeza. “Fue un día. Directamente le dije que no viniera a dormir. Que no volviera más”. Y no volvió. La separación fue inmediata. El divorcio llegó tres meses después, sin vueltas, sin negociaciones afectivas, sin retomar la conversación. “Las cartas estaban sobre la mesa. No había nada que hablar”. Y hay algo que Eunice quiere dejar claro: nunca culpó a Susana. “No la conozco. La respeto muchísimo. Siempre la admiré como conductora y como artista”.

Durante mucho tiempo, los medios buscaron que Eunice se enojara, que reaccionara, que entrara en la lógica de rivalidad femenina. No lo hizo. “Si hay algo que me enseñaron en mi casa fue la ética y la moral. Los engaños existen. Las separaciones también. Nadie está exento”. Lo que sí sintió fue otra cosa: decepción humana. “Me sentí decepcionada. No enojada. Decepcionada por no poder hablar, por no tener una explicación clara”.

Eunice Castro 

Eunice Castro y lo que reveló el tiempo

Con el paso de los años, Eunice entendió que aquel día no sólo fue el final de una relación, sino también la confirmación de quién era cada uno. “A partir de ahí fue ver a otra persona. Otro ser humano totalmente diferente”. El episodio posterior, cuando Rama terminó robándole dinero a Susana, sólo terminó de cerrar la historia. Ella, en cambio, siguió adelante. Sin escándalo, sin rencor, sin necesidad de explicar nada. “No me enojé. Me decepcioné. Pero seguí”. Y hoy lo resume en una frase simple, definitiva y sin dramatismo: “Vi la tapa. Entendí todo. Y ahí terminó”.

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