Georgina Barbarossa en +CARAS (CARAS )
CARAS TV

Georgina Barbarossa y el día que Antonio Gasalla la hizo sentir linda: “Soy una abuelita que está buena”

En +CARAS, la actriz reveló cómo dos grandes del teatro transformaron su autoestima y su manera posicionarse arriba del escenario.

En diálogo con Héctor Maugeri para +CARAS, Georgina Barbarossa abrió un recuerdo que todavía la emociona: el momento exacto en el que Antonio Gasalla la hizo sentirse hermosa arriba de un escenario. La actriz, dueña de un humor que nunca esconde vulnerabilidad, recordó entre risas: “Tenía buen lomo… ahora se perdió todo, se cayó todo, pero igual soy una viejita gostosa, soy una abuelita que está buena”. Con esa mezcla de ironía y ternura que la caracteriza, repasó una etapa de su carrera marcada por dos maestros del teatro argentino.

Georgina Barbarossa: “Pepe Cibrián me dio seguridad en el escenario y Gasalla me hizo sentir linda”

Georgina Barbarossa reveló que uno de los primeros en darle confianza fue Pepe Cibrián, quien le enseñó a plantarse en escena con decisión y libertad. Pero hubo algo más profundo que aprendió junto a Antonio Gasalla, con quien trabajó en épocas en las que él diseñaba vestuarios, escenografías y hasta el más mínimo detalle visual de cada espectáculo. “Él armaba todo, hacía unos diseños maravillosos. Dibujaba brutal”, recordó con admiración.

Georgina Barbarossa 

Un día, cuando Gasalla le mostró el vestuario que pensaba ponerle, la actriz dudó. “Ay, no… no, no me pongas eso”, le rogó entre risas y pudores. El artista, fiel a su estilo directo, la frenó: “Sí, te lo voy a poner y vas a estar divina. Dejate de joder”. Aquella frase, dicha casi como un chiste, terminó siendo un antes y un después para ella.

Georgina Barbarossa: “Antonio me hizo sentir espléndida”

La anécdota ocurrió en el histórico Teatro Odeón, “mirá de la época que te estoy hablando...”, aclaró Georgina, mientras mencionaba a Katya Alemán, su compañera en aquel espectáculo. En esos años, el mandato estético era feroz: todas se operaban la nariz, se arreglaban los dientes, buscaban una perfección uniforme. Georgina Barbarossa, en cambio, sentía que no encajaba. “A mí me faltaba mentón, no tenía las características de la belleza de esa época. Era distinta”, confesó en +CARAS.

Georgina Barbarossa en +CARAS

Por eso aquel gesto de Antonio Gasalla tuvo un peso especial. La miró como nadie la había mirado en ese momento: con la certeza de que su presencia sobre el escenario era suficiente, potente y hermosa. “Antonio me hizo sentir espléndida”, recordó, con una mezcla de nostalgia y agradecimiento. Esa confianza que recibió, primero de Cibrián, luego de Gasalla, moldeó a la artista que es hoy: una mujer que abraza la edad, el humor y la vida con una autenticidad que el público reconoce y celebra en cada aparición.

EN ESTA NOTA