En una charla íntima con Héctor Maugeri para +CARAS, Jorge Suárez, uno de los actores más respetados del teatro argentino, reveló un costado de su vida que pocos conocían. Antes de descubrir la actuación, estuvo muy cerca de estudiar medicina y convertirse en pediatra. “¿Será porque el mío era buenísimo? Era encantador, tenía unos juguetes divinos en la sala de espera”, recordó con una sonrisa. Ese primer deseo, sin embargo, duró hasta que el teatro irrumpió en su vida a los 16 años.
Suárez contó que fue entonces cuando sintió una revelación emocional. Dijo que, al pisar un escenario por primera vez, descubrió algo que no sabía que existía dentro de él. “Yo sentí que me convertí en alguien que sentía”, expresó, intentando poner en palabras ese despertar artístico. Desde ese momento, supo que no podría vivir sin actuar.
Jorge Suárez: “Actuar me daba una sensación abismal, como estar a diez centímetros del piso”
El actor explicó que la actuación le provocó una mezcla de vértigo y poder difícil de comparar con cualquier otra cosa. “¿Qué es esto que me pasa cuando actúo? Esta sensación abismal, esta sensación de estar a diez centímetros del piso, esta sensación de poder”, recordó. Esa intensidad emocional fue lo que lo terminó alejando de la idea de estudiar medicina. Entendió que elegir otro camino hubiera sido, según sus palabras, “no ser honesto conmigo mismo”.
En otro momento de la entrevista, Suárez ya había contado que el oficio “desgasta el cuerpo pero enriquece el alma”, una definición que aplica también a este descubrimiento adolescente. Para él, actuar no es una profesión sino un estado interior que lo mantiene vivo. Esa convicción temprana es la que sostiene su carrera hasta hoy. Todavía habla de su trabajo con la misma emoción con la que lo hacía a los 16.
Jorge Suárez: “Mi padre me dijo ‘hacelo bien’, y eso me marcó para siempre”
En esta búsqueda vocacional, Suárez reconoce que su padre tuvo un rol decisivo. “Cuando le dije que quería entrar al Conservatorio Nacional, me dijo: ‘Bueno, hacelo, pero hacelo bien’”, recordó en +CARAS con emoción. Esa frase, simple y generosa, se convirtió en su brújula para toda la vida. Para él, “hacerlo bien” significaba compromiso, entrega y respeto absoluto por el oficio.
A lo largo de la charla, el actor hizo hincapié en la profunda influencia que su padre tuvo en él, incluso en los momentos más difíciles de salud. Reconoce que su familia, y en especial su padre, moldeó su ética de trabajo y su sensibilidad. “Se ve que eso algo a mí me marcó”, cerró, reflexionando sobre cómo esa enseñanza adolescente se transformó en un principio vital. Y aseguró que gran parte de su trayectoria se sostiene gracias a ese gesto inicial de confianza.
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