Luisa Albinoni (CARAS )
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Luisa Albinoni: “Adopté a mi hija y a su hermanito, pero él se quiso volver al hogar”

Entre decisiones difíciles y la fuerza del vínculo, Luisa revivió en +CARAS la historia que transformó su vida y la de su hija para siempre.

A veinte años de haber encontrado en la maternidad el centro de su vida, Luisa Albinoni recordó uno de los capítulos más profundos y emotivos de su historia. En diálogo con Héctor Maugeri para +CARAS, revivió el camino que la llevó a conocer a su hija Verónica, después de casi nueve años de trámites, viajes por distintas provincias y esperas cargadas de incertidumbre. “Mi hija es mi motor, es mi vida. Es una bendición”, afirmó la actriz.

Luis Albinoni: “Lo volví loco al juez. Yo le dije: me hago responsable”

Luisa Albinoni ya conocía a la niña. Era madrina del hogar donde ella vivía desde hacía siete años y, sin saberlo entonces, ya había compartido momentos con quien sería su hija y sus cuatro hermanos. “Eran cinco. Yo ya los conocía a todos”, recordó. El día en que el juez le adjudicó la carpeta de la nena, al reencontrarse con ella, la pequeña se sentó y le preguntó, con la claridad simple y desgarradora de la infancia: “¿Y mi hermanito, se queda?”.

Luisa Albinoni y su hija Verónica

Ese instante lo cambió todo. “Yo no quería separarlos”, afirmó la artista, pero el juez le advirtió que cada niño atravesaba situaciones emocionales diferentes. “Mírelo. Estúdielo. Porque no todos están en la misma situación psicológica”, le explicaron. Sin embargo, Luisa insistió. “Lo volví loco al juez. Yo le dije: me hago responsable”. Y finalmente se llevó a los dos.

Luisa Albinoni: “Me sentí que había fracasado como mamá. Me sentí tan mal”

El recibimiento en la casa de Luisa Albinoni estuvo sostenido por el apoyo incondicional de su familia. Prepararon una habitación más, los inscribieron en la escuela y reorganizaron la vida cotidiana para acompañarlos. Pero el hermanito de Verónica no logró adaptarse. “Él no estaba feliz. Él se quería volver al hogar. Era como si hubiera venido de vacaciones… a recibir regalos… y quisiera regresar”. Ese momento la atravesó profundamente: “Me sentí que había fracasado como mamá. Me sentí tan mal”.

Luisa Albinoni y su hija 

Volvieron a tribunales. El juez habló con los niños y escuchó sus deseos. Se reiniciaron informes, evaluaciones y todo el proceso administrativo. “Los chicos son carpetas. Había que sacar, separar, justificar. Por eso tardé tantos años en que mi hija finalmente tuviera mi apellido”, detalló la actriz. Con el tiempo, la historia encontró un nuevo cauce. El hermanito creció, formó pareja y un día volvió a escribirle: “Me agradeció lo que yo había hecho por la nena. Me contó que estaba bien. Y ahí supe que mi hija era tía”. Hoy, los hermanos —ya adultos— se ven, se buscan, se acompañan.

Desde el primer día, Luisa Albinoni entendió la relación de Verónica con sus hermanos y así lo dejó en claro en +CARAS: “Aunque tenga una adopción plena, yo nunca voy a prohibirle a mi hija relacionarse con sus hermanos. Las puertas de mi casa están abiertas”.

 

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