Luis Machín en +CARAS (CARAS)
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La sorprendente revelación de Luis Machín: “Quería ser sacerdote”

Luis Machín reveló que, antes de brillar en la televisión y el teatro argentino, soñaba con convertirse en sacerdote.

Luis Machín, uno de los actores más destacados de la televisión y el teatro argentino, fue el invitado especial de la semana en +CARAS, el ciclo de entrevistas íntimas conducido por Héctor Maugeri. En una charla distendida, el intérprete de recordados personajes en ficciones como Los simuladores, Padre Coraje y Montecristo, sorprendió al revelar que, en su infancia, su gran sueño no era ser actor sino sacerdote.

La religión como antesala de la actuación

Nacido en Rosario, Machín comenzó a vincularse con la actuación en talleres de su escuela secundaria, el Comercial Manuel Belgrano. Aquella experiencia marcaría para siempre su destino. “Ser actor es mi mejor versión”, afirmó. Sin embargo, antes de pisar un escenario, su vida estaba atravesada por una profunda vocación religiosa.

Luis Machín y Héctor Maugeri en +CARAS.

Toda mi infancia fue parte de la Acción Católica. Fui a verlo a Juan Pablo II cuando vino a Rosario. En algún momento pensé en meterme en el seminario para ser sacerdote. Era monaguillo. Estaba muy, muy vinculado”, confesó.

Machín, quien actualmente protagoniza la obra Relatividad junto con Gabriela Toscano, reconoce que mutó de un fanatismo a otro. “Un amigo dice que cambié un fundamentalismo por otro. ‘Vos cambiaste la religión por la actuación’. La actuación tiene algo de religioso”, contó con una sonrisa.

En ese sentido, asegura que, como la relagión, su trabajo tiene una conexión con lo espiritual. “Uno hace pequeños rituales antes de la función que hacen a una actividad chamánica. Nosotros estamos en el escenario y la gente deposita en nosotros un montón de cosas. Somos los encargados de transmitir esa fuerza que es de otro orden al que mira”, reflexionó.

Un legado familiar singular

Su vínculo con lo trascendental no solo estuvo marcado por su niñez católica. También recuerda la figura de su abuelo paterno, un reconocido espiritista en Rosario. “Lamentablemente no lo conocí, falleció poco tiempo antes de que yo nazca. Mi abuela era católica y él era médium. En Rosario era como el maestro de los médiums. De hecho, yo la visitaba y cuando entraba a la casa, mi tía me decía: ‘Hasta recién estuve hablando con papá’”.

"La actuación es una actividad chamánica", afirmó en +CARAS.

Aunque no hubo actores en su árbol genealógico, Machín identifica algunas raíces artísticas: “A mi papá le gustaba cincelar el bronce, ahí hay algo… También en la composición y en los rituales familiares de las fiestas, los cumpleaños, de ir a la cancha de Newell’s. Era muy folklórica mi familia y yo creo que algo de eso traspasó”.

Con más de cuatro décadas de trayectoria, Luis Machín es dueño de una versatilidad que lo llevó a transitar el drama y la comedia con igual intensidad. Desde sus inicios en el teatro rosarino, pasando por la televisión nacional y el cine, se consolidó como uno de los intérpretes más respetados y galardonado de su generación.

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