Momi Giardina y Juli Castro (INSTAGRAM/@momigiardina)
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Momi Giardina se sinceró sobre el embarazo de su hija, Juli Castro: "Me dijeron que era un quiste”

Entre recuerdos, anécdotas y sinceridad absoluta, la actriz repasó uno de los momentos más intensos de su historia.

En una charla íntima y sin vueltas, Momi Giardina abrió su corazón y recordó cómo fue enterarse del embarazo de su hija, Juli Castro, en un contexto tan inesperado como intenso. La actriz y bailarina lo contó en Nadie dice nada, el programa de Luzu TV, donde repasó una de las etapas más fuertes de su vida. Lejos de dramatizar, habló con honestidad y emoción. “Desde el momento en que me enteré fue fuerte, pero dije: es lo más hermoso que me va a pasar en la vida”, confesó.

El relato surgió a partir de una pregunta que Juli le hizo muchos años después. “Un día me preguntó: ‘Má, ¿yo fui buscada?’”, contó Momi. Lejos de esquivar el tema, decidió decirle la verdad. Aunque el embarazo no fue planeado, dejó en claro que nunca dudó en ser mamá. Esa conversación se transformó en un momento profundo de sinceridad entre madre e hija.

Momi Giardina y Juli Castro

Momi Giardina y un diagnóstico que no era real

En aquel entonces, Momi atravesaba un momento laboral muy exigente. Estaba ensayando una obra con Flavio Mendoza cuando su cuerpo empezó a enviar señales claras. “Él me decía ‘5, 6, 7, 8’ y yo vomitaba”, recordó con humor. Se sentía muy mal y los médicos le habían dicho que tenía un quiste. Incluso ya tenía fecha programada para operarse. Sin embargo, fue su mamá quien tuvo la intuición que cambiaría todo. “Romina, yo te veo cara de embarazada, ¿podés ir a hacerte un Evatest?”, le dijo. Momi reaccionó con incredulidad. “Ay mamá, por favor”, respondió. Pero no había ningún quiste: estaba embarazada.

Momi Giardina, el cuerpo, la exposición y otra época

El recuerdo también la llevó a reflexionar sobre el contexto de aquellos años. “Yo en la marquesina me hice fotos en pelotas, porque en ese momento las bailarinas éramos muy de revista”, contó. La exposición del cuerpo era parte de la lógica del espectáculo. Incluso recordó que Flavio la miraba y decía: “Mirá, está toda hinchada”. Nadie imaginaba lo que realmente estaba pasando.

Con el tiempo, esa anécdota cobró otro sentido. Aquella confusión médica marcó el inicio del vínculo más importante de su vida. Ahora, desde otro lugar, Momi Giardina lo cuenta con calma y amor. Sin rencores ni dramatismo. Solo con la certeza de que ese momento inesperado la transformó para siempre y que, sin saberlo, estaba comenzando la historia más fuerte de su vida.

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