Qué títulos reales mantienen Meghan y Harry tras su renuncia oficial
La renuncia de los duques de Sussex a sus funciones dentro de la monarquía británica generó un nuevo debate en torno a sus títulos y tratamientos reales.
Desde que Harry y Meghan Markle decidieron alejarse de la Casa Real británica, la confusión sobre sus títulos no dejó de crecer. Entre declaraciones contradictorias del Palacio de Buckingham y versiones cruzadas de los cortesanos, las dudas son múltiples: ¿siguen siendo altezas reales?, ¿perdieron sus títulos de duques?, ¿qué estatus mantienen dentro de la familia real?
Harry y Meghan
Qué títulos reales mantienen Meghan y Harry después de haberse apartado del protocolo
La respuesta no es tan drástica como algunos rumores sugerían. Harry y Meghan siguen siendo el duque y la duquesa de Sussex, títulos nobiliarios que conservarán de por vida, salvo que el monarca decida revocarlos mediante una patente real. Lo que efectivamente dejaron de usar es el tratamiento de “Su Alteza Real” (His/Her Royal Highness), una decisión voluntaria, ya que renunciaron a su papel activo dentro de la familia. Buckingham lo dejó claro en su comunicado de 2020: “Los Sussex abandonan el tratamiento de Su Alteza Real dado que ya no son miembros en activo de la Familia Real”.
Aun así, Harry continúa siendo príncipe, condición que tiene desde su nacimiento como hijo de un heredero directo. El título de príncipe no se pierde, salvo decisión expresa del soberano, y se remonta a las patentes reales que datan del siglo XVI. Estas disposiciones establecen que todos los hijos y nietos de los monarcas británicos son príncipes o princesas, aunque sus cónyuges no lo sean. En este sentido, Meghan Markle no es princesa por derecho propio, aunque podría ser mencionada —siguiendo la tradición— como “princesa Harry de Sussex”.
Harry y Meghan
Su hijo mayor, Archie, tampoco es príncipe, ya que la reina Isabel II definió en 2012 que ese tratamiento solo aplicaba a los nietos de los monarcas en línea directa con el heredero, como los hijos del príncipe William. No obstante, Archie es heredero del ducado de Sussex, un título que se transmite por vía masculina.
En cuanto al uso del tratamiento real, la situación es más simbólica que legal. Técnicamente, Harry sigue siendo “Su Alteza Real el príncipe Harry, duque de Sussex”, pero ha optado por no utilizar esa distinción. Meghan, por su parte, puede presentarse como “Meghan, duquesa de Sussex”, aunque esa fórmula suele reservarse para las mujeres divorciadas o viudas dentro de la nobleza.
Si en algún momento el matrimonio decidiera divorciarse, Meghan pasaría a ser oficialmente “Meghan, duquesa de Sussex”, tal como ocurrió con Diana de Gales o Sarah Ferguson tras sus separaciones.
Por último, es importante recordar que la Corona puede modificar o retirar títulos mediante una patente real, un documento que el monarca firma y que tiene fuerza legal. Isabel II lo hizo en 1996 con las exesposas de sus hijos, y Jorge VI en 1936 con Eduardo VIII tras su abdicación. En definitiva, Harry y Meghan conservarán sus títulos mientras el rey Carlos III así lo disponga, aunque hayan dejado de representar oficialmente a la monarquía.
F.A