"Mi conexión con la arquitectura comenzó cuando era una niña. En Viedma, ciudad donde pasé mi infancia, jugaba a dibujar casas en cada uno de los cuadernos que me regalaban mis padres. Sin aún tomar consciencia de que me apasionaba ni de que se convertiría en mi profesión, me pasaba horas imaginando y diseñando espacios”, recuerda la Arq. Mara Telic que, viviendo en Europa por cuestiones laborales, conectó con una parte de la arquitectura que la apasionó desde el primer momento: el interiorismo.
“Durante esos años tuve la oportunidad de trabajar en el armado de un restó en Londres, tanto de su fachada como su interior, y descubrí la importancia del detalle y de la puesta en escena final de cada espacio proyectado”, recuerda Mara que, de regreso a Argentina, sintió la necesidad de realizar un camino de introspección que la llevó a estudiar Coaching.
De esa manera, eso la llevó a reencontrarse con su profesión y descubrir qué es lo que verdaderamente la hacía feliz: el armado y diseño de cada espacio, llamado interiorismo. “Como herramienta, el Coaching me sirvió también para conectar aún mejor con mis clientes. Mi prioridad es poder interpretar sus necesidades y que se vean plasmadas en mis proyectos”, asegura.
¿Cuál es su objetivo en cada proyecto?
Más allá de que no es una necesidad, desde un primer momento me propuse que el interiorismo no sea entendido únicamente como un servicio de lujo. Me interesa y creo que puede estar al alcance de todas las personas, con mucho o poco presupuesto. Por eso mi mundo es muy amplio.
Me pueden encontrar tanto en las mejores casas de diseño comprando lámparas como en las cadenas de supermercados revolviendo y buscando objetos. Así voy dándole vida a cada proyecto, en forma particular y personalizada.
Mi objetivo principal es embellecer cada espacio que me toca transformar, pero entendiendo que el interiorismo no se trata sólo de eso, sino de mejorar la calidad de vida de las personas, su día a día, que sientan el placer de llegar a casa y que volver a ella sea como volver a uno mismo. Nada me da más satisfacción que ver a mis clientes felices.
¿Cuándo sintió que había alcanzado su objetivo?
Uno de los proyectos que me hizo entender que había logrado estar donde realmente quería estar fue Llama Coffee Roasters, una cafetería restó en pleno corazón de City Bell que fue un puntapié en mi nuevo recorrido como arquitecta interiorista. Se trató de una propuesta totalmente innovadora.
Tenía que fusionar una idea muy definida de mi cliente –una tienda con un micro tostador de cafés de especialidad-, en un espacio urbano con mucha identidad propia. Tan a gusto quedé con el resultado, que elegí el área de coworking de la planta superior de ese lugar diseñado por mí para que funcione hoy mi estudio, que llevo adelante junto a un gran equipo; Favio, Bruno y Sebastián.
Para contacto: Calle 13 C - N254 entre Cantilo y 473 Bis City Bell, Prov. de Buenos Aires. Tel.: (+549221) 613 7923. Mail: [email protected].
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