Pablo Rosales se dedica hace 22 años a la peluquería, una herencia familiar que excede la genética y nace por el amor al trabajo con tijeras, tinturas y peinados. En 2013, Eli, su compañera de vida y proyectos, se suma para inaugurar juntos su propio local con una modalidad particular.
“Nuestro salón funciona de martes a sábado de 9 a 20 horas bajo la modalidad Salon Emotion, que es un sistema de trabajo propuesto por L’Oréal Professionnel. La clienta hace su recorrido por el salón de una manera sectorizada. Esta modalidad apunta a una experiencia multisensorial que va más allá del trabajo técnico que realicemos. Es brindar beneficios emocionales en cada paso dentro del salón”, dice Pablo.
Con la mente puesta en las nuevas tendencias, desde el local nos cuentan como viven el día a día. “En la actualidad somos 12 personas que nos mantenemos al día con las tendencias acudiendo a cursos exclusivos para clientes de L’Oréal. Constantemente estamos formándonos como equipo para lograr un servicio de excelencia hacia nuestros clientes”.
Además, recalcan la importancia de vivir de lo que aman, centrándose no solo en hacer un buen trabajo, sino en disfrutar sus producciones. “Si bien lo más importante para nosotros es la experiencia del cliente, hacemos lo posible, en todo momento, gozar de nuestro trabajo y crear un ambiente agradable también para nuestro equipo”, asegura el peluquero.
Conoce más sobre ellos en sus redes de Instagram y Facebook.
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