Los seres humanos mientras nos mantengamos sobreviviendo como pasivas existencias, solo nos abocaremos a lo largo de nuestra efímera existencia, en ocultar todo a lo que nos negamos y nos resistimos; como por ejemplo el resistirnos y negarnos a nosotros mismos.
Nos parece imperiosa la necesidad, incluso hasta ostenta sernos de una imprescindible utilidad, el escondernos en mascaras que no nos quedan; refugiarnos en personalidades que no demuestran lo que en esencia somos.
La disparidad entre lo que nos determina el sistema en que seamos y en lo deseamos ser, nos traslada a sobrevivir a una permanente incongruencia con nuestro propio ser que, a su vez, nos despoja de permitirnos observar todos nuestros atributos en potencia que ya residen en nosotros mismos, para que las intercambiemos por dudas, mutándolas en un cúmulo de incertidumbres que gestan nuestros próximos temores que mandamos debajo la alfombra de lo que supuestamente disimulamos en vivir. Pues, es esa misma actitud la que conlleva a batallas internas que se manifiestan como nuestras guerras externas.
En síntesis, ocultar nuestras dudas generando incertidumbres para terminar huyendo de nuestros propios miedos, es alimentar el monstruo que se esconde en nuestras propias sombras por la resistencia y la negación de que podemos y vamos a tener dudas, de que debemos admitir nuestras incertidumbres y reconocer a cada uno de nuestros temores aún por transitar, porque permitirse a todo ello es permitirnos Ser.
Coach Ontológico Profesional: CRISTIAN ARNEDO
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